Contemplar la naturaleza

Contemplar la naturaleza, su inmensurable vastedad o su abismal intimidad, sus mares, sus estrellas o el cierne tembloroso de una hoja que asoma, es siempre el contacto, la experiencia, de una realidad, de un espacio que no se centra, no se cierra sobre un yo. Un espacio donde mi mirada no me busca, donde no se refleja en mi propia obra, donde no vuelve a mí para volver a encerrarme… Un espacio, una apertura que salva, que redime.

H.Mújica

Delta del Okavango

 

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