Discernimiento Ignaciano 8. Consolación con o sin causa

1ª regla: aumentar imagen

Propio es de Dios y de sus ángeles en sus mociones dar verdadera alegría y gozo spiritual, quitando toda tristeza y turbación, que el enemigo induce; del qual es propio militar contra la tal alegría y consolación spiritual, trayendo razones aparentes, sotilezas assiduas falacias.

Sobre las fuentes del consuelo puedes leer:
LE2 Los éxitos y logros de la vida no dan seguridad interior

Os hemos tocado la flauta, y no habéis bailado, os hemos entonado endechas, y no habéis llorado.
(Lc 7, 31-35)


2ª regla: aumentar imagen

Sólo es de Dios nuestro Señor dar consolación a la ánima sin causa precedente; porque es propio del Criador, salir, hacer moción en ella, trayéndola toda en amorde la su divina majestad. Digo sin causa, sin ningún previo sentimiento o conoscimiento de algún obiecto, por el qual venga la tal consolación mediante sus actos de entendimiento y voluntad.

Puedes acercarte aquí a algunos ejemplos de la reacción podría estar desencadenada por una consolación sin causa:
Orar sin cesar, también en la ciudad
Ya no hay distancia, no hay tiempo… todo es posible para Dios

¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las escrituras?
(Lc 24, 13-31)


¿Te apetece dar gracias por esos momentos de Dios en tu vida?

El texto de las reglas de discernimiento está sacado del método de ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola

3 comentarios en «Discernimiento Ignaciano 8. Consolación con o sin causa»

  1. Hola. Me confesé en San Ignacio de Loyola. No es mi parroquia, pero por los horarios pude ir allí. No me pusieron una penitencia exactamente, sino el consejo de meditar con San Ignacio de Loyola. Vale.

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