2006 09 Abr
21892 visitas

Comienza la semana santa. El domingo de Ramos une el triunfo de Cristo y el anuncio de la pasión.
Jesús no entendió su existencia terrena como búsqueda del poder, como afán de éxito y de hacer carrera, o como voluntad de dominio sobre los demás. Al contrario, renunció a los privilegios de su igualdad con Dios, asumió la condición de siervo, haciéndose semejante a los hombres, y obedeció al proyecto del Padre hasta la muerte en la cruz. Y así dejó a sus discípulos y a la Iglesia una enseñanza muy valiosa: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto” (Jn 12, 24).
Juan Pablo II, homilía del domingo de ramos del 8 de abril de 2001
marzo 16th, 2009 at 16:11
muy buen dibujo
abril 8th, 2011 at 18:26
viva cristo Nuestro rey!!!