Mucho se está especulando sobre un posible comunicado de ETA en las próximas semanas. Se habla de paz cuando en realidad el terrorismo es un problema de libertades, pues no hay dos bandos enfrentados en una guerra, sólo hay uno que priva de libertades al resto de ciudadanos por la vía del terror.
El final de ETA sólo puede ser uno, el de los vencedores y los vencidos, el del cumplimiento de las penas y el apoyo a las víctimas
El final cristiano de un conflicto no es el cumplimiento de penas sino el sincero arrpentimiento y la reconciliación.
Arrepentimiento y reconciliación. Incluso el perdón puede venir sin que se pida. Un perdón cristiano, en el corazón. Pero el perdón cristiano no exime en absoluto de la justicia civil. Y la verdadera justicia civil exige siempre el íntegro cumplimiento de las penas amén del apoyo y resarcimiento a las víctimas. No podemos acabar con el estado de derecho.
Sinceramente, no creo en el final de ETA.
El anuncio de una posible tregua, no significa nada, papel mojado.
Debe haber una renuncia total, clara y definitiva a la violencia, el chantaje y la extorsión. A un abandono definitivo de las armas y asesinatos y al resarcimiento de las víctimas que tan cobardemente, con un tiro en la nuca, fueron abatidas por aquellos que se autoproclaman los libertadores del pueblo.
El tema del perdón solo tiene valor cuando éste se materializa en el corazón y en la sociedad, tanto por parte de las víctimas como de los verdugos.
¡Baravo!
Feliz Navidad
Hola a todos,
es cierto lo que dices, Paco. El final de un conflicto supera el cumplimiento de las penas. Requiere arrepentimiento y perdón.
Escucho a veces hablar sobre este tema y percibo que al querer destacar la dimensión cristiana de la solución de conflictos, muchos se quedan en que son incompatibles las dimensiones de la justicia humana y divina, y no complementarias. Me gusta el enfoque del Papa al respecto, separando en el asunto de los abusos a menores, la justicia humana de la divina. Dos niveles no excluyentes.
Feliz Navidad,