El sistema de competencia en economía

La argumentación liberal defiende el mejor uso posible de las fuerzas de la competencia como medio para coordinar los esfuerzos humanos, pero no es una argumentación a favor de dejar las cosas tal como están. Se basa en la convicción de que allí donde pueda crearse una competencia efectiva, ésta es la mejor guía para conducir los esfuerzos individuales. No niega, antes bien, afirma que, si la competencia ha de actuar con ventaja, requiere una estructura legal cuidadosamente pensada, y que ni las reglas jurídicas del pasado ni las actuales están libres de graves defectos. Tampoco niega que donde es imposible crear las condiciones necesarias para hacer eficaz la competencia tenemos que acudir a otros métodos en la
guía de la actividad económica. El liberalismo económico se opone, pues, a que la competencia sea suplantada por métodos inferiores para coordinar los esfuerzos individuales. Y considera superior la competencia, no sólo porque en la mayor parte de las circunstancias es el método más eficiente conocido, sino, más aún, porque es el único método que permite a nuestras actividades ajustarse a las de cada uno de los demás sin intervención coercitiva o arbitraria de la autoridad.

Camino de Servidumbre

F. Hayek

3 comentarios en «El sistema de competencia en economía»

  1. Esta justificación clásica está fundamentada en la competencia como mecanismo evolutivo y de funcionamiento de los ecosistemas biológicos. Y trae como consecuencia la supremacia de los más fuertes y la desaparición de las más debiles. Algo que según esta gente (tanto economistas como darwinistas puros) hay que asumir como inevitable… Pero en las teorías evolutivas de las últimas décadas (pueden leerse trabajos de Lynn Margulis) la cooperación se ha revelado como el auténtico mecanismo BASICO evolutivo del universo, el que permite que la complejidad crezca y la evolución de como resultado sistemas cada vez más complejos con propiedades emergentes más sofisticadas. La cooperación no solo en el nivel biologico, también en el bioquímico, el molecular, en muchos otros… La asociación es lo que permite avanzar. La economía está aún por descubrir esto.

  2. No es cierto. En el mundo de la empresa se lleva tienmpo desarrollando multitud de colaboraciones entre empresas competidoras (joint ventures, clusters, UTEs…) lo cual es bueno. Sin embargo, ésto no sustituye a la competencia, porque sólo un sistema en el que la libre competencia esté garantizada asegura la mejora continua de la eficiencia y en última instancia la mejora de las condiciones materiales de la sociedad.

    Las colaboraciones en economía pueden y deben funcionar en algunos casos, pero lo realmente necesario siempre, es garantizar el acceso a los mercados en condiciones de igualdad.

  3. El ser humano no es hormiga ni abeja.
    La libertad individual está en su esencia más íntima.
    Las abejas y las hormigas no tienen libertad individual ( o por lo menos no parecen tenerla)

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