Espiritualidad benedictina

Hay que intentar afrontar la enfermedad y la muerte como dos realidades integradas en la propia vida, no tanto como una excepción que no debería haber ocurrido, ni mucho menos como un castigo o un destino fatalista. Se trata de vivirlas como una oportunidad única para profundizar en la configuración con Cristo.

Ignasi Fossas, osb

Deja una respuesta