Etica

Entonces, hoy día se necesita volver a la ética, porque la ética no es algo que la Iglesia quiera imponer como un sombrero o como una camisa de fuerza. No, la ética brota de lo hondo del ser humano, de esa profundidad, de esa “roca del Ser”, de la cual hablábamos; de ahí brota la ética, respondiendo a dos preguntas esenciales: ¿quién soy yo? y ¿para qué vivo? Estas dos preguntas son ineludibles, y si se las hicieran los autores de este desastre económico que vivimos, las cosas serían muy distintas.

Cardenal Rodriguez Madariaga

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