Contigo

Mi vida se ha convertido en un diálogo ininterrumpido contigo, Dios mío, un único y gran diálogo. A veces, cuando estoy en una esquinita del campo, con los pies plantados sobre tu tierra y mis ojos dirigidos hacia tu cielo, mi rostro se inunda de lágrimas que gotean de una emoción profunda y de gratitud. También por la noche, cuando, acostada en mi cama, me recojo en ti, Dios mío, lágrimas de gratitud inundan el rostro: es esta mi oración”.

Etty Hillesum

Esta es la última anotación en sus cuadernos. Toda la familia Hillesum fue deportada a Auschwitz en septiembre de 1943. Los padres fueron eliminados de inmediato en las cámaras de gas, mientras que Etty, según la Cruz Roja, murió el 30 de noviembre. Tenía 29 años.

Etty_Hillesum[1]

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