Eucaristía

Pues ¿qué gracias te daré, Señor? ¿Cómo te alabaré por tal dádiva como ésta? ¿Dónde merecí yo tal honra? ¿Dónde me vino tal dignidad que quieras tú, Dios mío hacerme participante de ti? ¿Cuál de tus beneficios se puede igualar a éste? Grandísimo es el beneficio de tu encarnación, en el cual tuviste por bien de tomar mi humanidad en ti; mas aquí dasme la humanidad junto con la divinidad, para que, recibiéndola y encorporándola conmigo, venga a hacerme una cosa contigo

San Juan de Ávila, Meditación del beneficio que nos hizo el Señor).

 

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