Jesús, evangelio y lugares solitarios

Los lugares solitarios del evangelio son en la naturaleza, en el monte, en el desierto. También a Jesús le gustaba hacer escapadas en barca, se retiraba de la orilla para introducirse en el interior del mar y tomar distancia de la tierra,  y así estar solo.

En nuestro mundo hay muchos lugares solitarios, silenciosos o sonoros: la orilla del mar con el ritmo de sus ruidos; el silencio plateado de la nieve en invierno; el monte en primavera con los pájaros enamorándose; las riveras de los ríos en invierno ensordeciendo los oídos; la alameda en otoño, hojas que se levantan y chocan sin silencio. Y unos más frecuentes para la vida corriente de la ciudad: la mesa de trabajo con los ruidos del teclado o sin ellos, papeles anotados y en la estantería un montón de recuerdos; el parque al amanecer; la cocina con sus aromas y sabores; la calle de madrugada al ir a trabajar; la soledad del coche envuelta en los ruidos de la ciudad; y el instante de uno solo en el vagón del tren. Todos pueden ser lugares solitarios, ruidosos o no, pero lugares para que fluya el silencio en Dios guardado en el corazón.

Lugares solitarios que faciliten la actitud de retirada del mundo para llegar a la profundidad del contacto con Dios desde lo más íntimo de uno mismo, con la esperanza de que la bondad de Dios abrase el corazón.

Busquemos, como Jesús, el lugar solitario para intentar entrar en la Presencia, y así recibir vida para vivir con la libertad de Jesús practicada por  María, su madre.

Isabel Cano en su blog Orar con una Palabra

3 comentarios en «Jesús, evangelio y lugares solitarios»

  1. Hola que tal gracias por tu aportación.Muy bonito y profundo.Si es importante un lugar solitario para estar en silencio y así facilitar mucho más el contacto cn Dios.En cierta ocasión fuí a una charla en Barcelona en el Cento Cristiano de Universitarios donde dió testimonio una hermana que vivia retirada en solitario llevando una vida eremita con lo más indispensable una sencilla casa cn todas sus necesidades básicas cubiertas.Eso sí tenia contacto con otra eremita que vivia cerca.Y tb cn la gente que vivia por los alrededores a ratos.Decia que tenia esa necesidad pq aún viviendo como monja en una Comunidad tenia muchos ruídos interiores y exteriores que la alejaban de esa soledad cn Dios que era en definitiva lo que andaba buscando un tiempo cn esa vida que escogió.Pasado ese tiempo comento volveria a su vida ordinaria cn su comunidad.
    Cuidate.
    Un saludo.

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