Galdós

-No moriré- me había dicho mi madre-. Me convertire en polvo, en aire, en cebada y en hierba, en la ratona parda y el ruiseñor. Formare parte del Hashem, o seguiré formando parte de él, como ahora. No moriré. Pasé lo que pasé, no moriré.

Benito Pérez Galdós

 

Deja una respuesta