Cogí el cuchillo, me lo llevé al pecho, lo clavé con fuerza, corté abajo y en círculo, me arranqué el corazón y lo deposité, todavía caliente, en la página. Pero no sangraba lo bastante. Las palabras sonaban tontas»
Tom Spanbauer
Cogí el cuchillo, me lo llevé al pecho, lo clavé con fuerza, corté abajo y en círculo, me arranqué el corazón y lo deposité, todavía caliente, en la página. Pero no sangraba lo bastante. Las palabras sonaban tontas»
Tom Spanbauer