Ideología de género

Cada vez oigo más el uso del término género para referirse a lo que antes llamábamos sexo. Hoy se lo he oído al camarero de mi universidad y pensaba que no sabemos lo que decimos exactamente ni lo que implica cuando usamos ese término. Creo que la mayoría lo usan pensando que es una forma más moderna y adecuada de decir sexo. Pero no es así, en este concepto está implícito un modelo de persona muy distinto al que tenemos los cristianos.
Antes una persona era de sexo varón o mujer, ahora uno puede ser de sexo varón y de género femenino, masculino o neutro (el antiguo término bisexual).
Los que defienden esta ideología quieren afirmar que las diferencias entre el varón y la mujer, no corresponden a una naturaleza fija que haga a unos seres humanos varones y a otros mujeres. Las diferencias son meramente culturales y responden al contexto social. Podríamos decir que hay cinco sexos y no sólo dos.

Escribía al respecto Benedicto XVI (antes de ser Papa):

La ideología de género es la última rebelión de la creatura contra su condición de creatura.

Con el ateísmo, el hombre moderno pretendió negar la existencia de una instancia exterior que le dice algo sobre la verdad de sí mismo, sobre lo bueno y sobre lo malo.

Con el materialismo, el hombre moderno intentó negar sus propias exigencias y su propia libertad, que nacen de su condición espiritual.

Ahora, con la ideología de género el hombre moderno pretende librarse incluso de las exigencias de su propio cuerpo: se considera un ser autónomo que se construye a sí mismo; una pura voluntad que se autocrea y se convierte en un dios para sí mismo.

Si queréis saber más os recomiendo la lectura de este artículo “La ideología de género» de Mons. Oscar Almazora.

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