2010 31 Mar
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«El Señor pues miró a Pedro; ante las calumnias de los sacerdotes, las mentiras de los testigos, las injurias de los que lo golpeaban y abofeteaban, encontró con las misma mirada que anteriormente había visto su turbación a su discípulo sacudido. La Verdad lo penetró con su mirada justo allí donde su corazón tenía necesidad de curación. Fue como si la voz del Señor se hubiera hecho oír para decirle: “¿Dónde vas, Pedro? ¿Por qué te retraes dentro de ti mismo? Vuelve a mí, confía en mí y sígueme. También tú superarás la prueba. No dejes que te desconcierte la debilidad que he tomado sobre mí. Por lo que yo he tomado de ti, he temblado, pero tú, por lo que tienes de mí, no tengas miedo».
San León Magno, s. V
abril 5th, 2010 at 16:42
“También tú superarás la prueba. No dejes que te desconcierte la debilidad que he tomado sobre mí”
Me ha gustado esta entrada, Paco. Un saludo.
abril 6th, 2010 at 11:07
Has estado cerca de nosotros en Logroño, Álex, muriendo y resucitando (y cantando). Un abrazo.