La poesía y su tesoro

 Leer es aprender a pronunciar las palabras que abren las piedras y rescatar ese botín del olvido. Las palabras de la poesía tienen esa maravillosa cualidad y participan a la vez del mundo real y el de los sueños. La poesía nos lleva a los lugares soñados donde yacen los tesoros, pero a la vez nos permite regresar de ellos con las bolsas repletas. ¿Para qué serviría un tesoro si no se pudiera robar? Un tesoro no es nada sin un lugar real donde ser ofrecido o repartido. Y ese lugar real es la vida de todos los lectores del mundo.

Gustavo Martín Garzo

 

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