Lluvia de Gracia. Rico en misericordia. Callan las palabras

Gonzar-Melide
26ª etapa

Padre, me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras, sea lo que sea, te doy las gracias. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal que tu voluntad se cumpla en mí y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Padre.

Comenzamos la marcha con lluvia, casi una hora, ininterrumpidamente, con las capas de caracol. A la incomodidad inicial viene luego la aceptación, un tanto resignada. Porque ¿quién prepara cauces al aguacero y señala camino a la tormenta, para traer la lluvia a tierras despobladas? ¿Puedes levantar tu voz hasta las nubes para que caiga un aguacero sobre ti? ¿Están a tus órdenes los relámpagos y te dicen: “Aquí estamos”?

Vamos a llegar a Santiago, si es tu voluntad, con lluvia o sin lluvia, secos o mojados. En tus manos.

A las entrada de Melide, durante media hora, el diluvio universal. Empapados. Los pies, que hasta entonces se habían mantenido secos, se convierten en lagunas, tras remansar en ellos los ríos de las calles, cauces impetuosos. Llegamos al refugio envueltos en la tormenta, en medio de una ciudad que prosigue la vida, y sus fiestas de San Roque, como si no hubiera lluvia.

En la marcha me has mostrado la importancia de la gratuidad en la peregrinación. Por amor a tu nombre. Nada más. Por amor a tu nombre subir y bajar, ir y venir, pasar y cruzar, caminar y parar, andar y andar, hoy por unos pasajes húmedos y suaves, de una infinita melancolía estática, y estética.

Emoción al entrar en la provincia de La Coruña. Siempre contando: Navarra, La Rioja, Burgos, Palencia, León, Lugo y ahora, por fin, Coruña. España de Este a Oeste. De la salida del sol hasta su ocaso.

Todo húmedo; la ropa sin secar; las tripas revueltas, pero Santiago a dos días. Hemos lavado la ropa a mano, como todos los días, la hemos metido en una secadora, es el primer refugio con secadora, y sigue húmeda. Mañana tendré que caminar con un uniforme distinto, después de tantas jornadas con la misma camiseta, los mismos pantalones –los segundos, pues los primeros se deshilacharon de tanto roce-,los mismos calzoncillos y calcetines, eso sí, lavados todos los días.

Paseo con Beltrán un poco hacia la nada. Entramos en una iglesia y me quedo con la mirada perdida, en ti.

Cada palabra tuya tiene un eco inmenso y desarrolla caudales en mi ser:

Pero Dios, rico en misericordia, por el inmenso amor con que nos amó, nos dio vida juntamente con Cristo (pues habéis sido salvados por pura gracia) cuando estábamos muertos por el pecado, nos resucitó y nos hizo sentar con él en los cielos con Cristo Jesús, a fin de manifestar en los siglos venideros la excelsa riqueza de su gracia mediante su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Habéis sido salvados gratuitamente por la fe; y esto no es cosa vuestra, es un don de Dios; no se debe a las obras, para que nadie se llene de vanidad. Él nos ha hecho, él nos ha creado por medio de Cristo Jesús, para hacer obras buenas tal y como él lo dispuso de antemano.

Con esos ecos, que no apagan cientos de gaitas que toan en la plaza mientras celebramos la eucaristía me embebes: rico en misericordia, inmenso amor, nos resucitó, manifestar la excelsa riqueza de su gracia, salvados gratuitamente, don de Dios.

Todas las palabras callan.

Recréame con tu Palabra. En tus manos, Señor.

4 comentarios en «Lluvia de Gracia. Rico en misericordia. Callan las palabras»

  1. Hola que tal muy bonito y profundo como siempre,el agua de la lluvia empapa al peregrino pero también lo empapa la gracia de Dios por otro lado tan sentida y apreciada por este peregrino.
    Gracias por tu aportación.
    Un saludo.

  2. mi adorado señorhoy pido de tu gran misericordia tu sabe mi dios cuanto te amo pero tu sabe mi señor que no te estoysirviendo como tu telo merese envia tu santo espiritud para que se lleve este espiritud de peresa y me livere de todas astadura que no permita liberarme de cosa de este mundo misericordia mi dios ten compasion de tu siervo

  3. mi adorado señorhoy pido de tu gran misericordia tu sabe mi dios cuanto te amo pero tu sabe mi señor que no te estoy sirviendo como tu telo merese envia tu santo espiritud para que se lleve este espiritud de peresa y me livere de todas astadura que no permita liberarme de cosa de este mundo misericordia mi dios ten compasion de tu siervo

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