Sabiduría de un pobre

“- Pero en el mundo – contestó Tancredo – están también la falta y el mal. No podemos dejar de verlos y en su presencia no tenemos derecho a permanecer indiferentes. Desgraciados de nosotros si, por nuestro silencio o nuestra inacción, los malos se endurecen en su malicia y triunfan.

– Es verdad; no tenemos derecho a permanecer indiferentes ante el mal y el pecado – respondió Francisco -, pero tampoco debemos irritarnos y turbarnos. Nuestra turbación y nuestra irritación no pueden más que herir la caridad en nosotros mismos y en los otros. Nos es preciso aprender a ver el mal y el pecado como Dios lo ve. Eso es precisamente lo difícil, porque donde nosotros vemos naturalmente una falta a condenar y castigar, Dios ve primeramente una miseria a socorrer.”
Eloi Leclerc, Sabiduría de un pobre
[Otra pequeña (por breve) joya. Sabiduría de un pobre, narra una etapa en la vida de San Francisco de Asís, la que podríamos llamar: “La Pasión de Francisco”; sólo después de haber pasado por ella, podrá cantar: “alabado seas mi Señor por la hermana muerte…”]

4 comentarios en «Sabiduría de un pobre»

  1. «donde nosotros vemos naturalmente una falta a condenar y castigar, Dios ve primeramente una miseria a socorrer.”
    Así es. Pone en palabras algo que uno ya sabe en el corazón. Yo lo he aprendido al contacto con varios educadores: Nacho, Miguel Ángel, por ejemplo, que los conoces, son para mí una continua referencia. Donde yo veo problemas ellos ven una oportunidad para educar.
    Gracias a ellos!

  2. Una joya de libro (verdaderamente, todo un regalo) y una joya de pensamiento para los que soñamos dedicarnos a la hermosa tarea de educar… y para los que no.

    Donde nosotros vemos un ‘no’, Él siempre ve un ‘quizás’. O un ‘sí’. Y sin dejar de amar el ‘no’.

    Gracias, Paco, por traer de nuevo a Francisco a mi día a día cotidiano.

  3. Simplemente que siempre subsistirá la necesidad y la obligación de castigar al desobediente, entre los cristianos, con prestesa por causa del amor de Dios y nuestro por su alma para que se enderece de su mal camino y no caiga en condenación. Pero esto conlleva una responsabilidad de parte nuestra y esta es la de caminar nosotros mismos perennemente bajo la luz de la obediencia a Dios en todos sus mandamientos porque de lo contrario somos descalificados para efectuar el tal castigo como aprendemos en la 2 a los Corintios 10:6 «…….y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta…….» Y no es una simple obediencia la que debemos observar sino que ha de tener el viso de perfecta…….

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