Lo esencial es lo invisible a los ojos

—Por favor… domestícame —le dijo.
—Bien quisiera —le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y
conocer muchas cosas.
—Sólo se conocen bien las cosas que se domestican —dijo el zorro—. Los hombres ya no tienen
tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan
amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!
—¿Qué debo hacer? —preguntó el principito.
—Debes tener mucha paciencia —respondió el zorro—. Te sentarás al principio un poco lejos de
mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de
malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca…

(El Principito. Antoine de Saint Exupéry)

Domesticar es querer, es tener paciencia, es amar sin pegas ni condiciones, desde la ternura, la comunicación, el crecimiento diario.Es amar con los ojos bien abiertos. No hace falta día de los enamorados, ni día de la amistad, ni de las parejas… para demostrar el amor a las personas que queremos. El amor se cuida día a día, fuera de los estereotipos, el consumismo y lo comercial. El amor, por suerte, está por encima de todo y es mucho más importante de lo que nos venden en los medios de comunicación;  es más sólido y profundo. Como diría el Principito, es » lo esencial  invisible a los ojos», o nuestro fundador » lo esencial es lo interior». Que sepamos descubrir el AMOR en todo lo que nos rodea. El amor de Dios.

Lo esencial es lo invisible a los ojos. Lo esencial es lo interior. El amor

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