Los niños seguían jugando

…y mierda, se habrá dado cuenta que la he visto; pues yo no me aparto. Mirem se acercaba caminando con pasos dominicales, despreocupados, a la sombra de los tilos, y esa me está mirando, pero va lista si cree que voy a apartarme. Avanzaban en línea recta la una hacia la otra. Y la numerosa gente que estaba en la plaza se percató. Los niños no, los niños siguieron correteando y dando voces. Entre los adultos se formó un rápido ovillo de bisbiseos. Mira, mira. Tan amigas que fueron.
El encuentro se produjo a la altura del quiosco de música. Fue un abrazo breve. Las dos se miraron un instante a los ojos antes de separarse. ¿Se dijeron algo? Nada. No se dijeron nada.»

Final de Patria, de Fernando Aramburu

patria

 

Deja una respuesta