Mirad, vigilad

“Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.(…)Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, (…)no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!” (Mc 13, 33-37).

Mirad, sí, mirad con amor, compasión y cercanía la realidad del mundo.

Vigilad, sí, que vuestros corazones y vuestras casas estén abiertos a quienes llaman, como decía San Benito, “como si se tratara del mismo Jesucristo”.

Velad, sí, velad y animad a otros a hacerlo… no sea que acabemos todos dormidos y ni siquiera lleguemos a darnos cuenta que “el Dueño de la casa” llegó acompañado de cientos, miles, millones de seres humanos heridos, anhelando consuelo, alegría y fortaleza espiritual.

Mari Paz Lopez Santos

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