Monstruum II

Otro de los peligros que acechan a nuestros monstruos es que, de tanto no querer verlos, ya no sabemos verlos. Para conseguir ver un monstruo hay que saber esperar, porque lleva su tiempo avistar uno, y las prisas nos hacen permitir que nos lo den ya imaginado en una pantalla. Hace falta tiempo para dejar que aparezca   y verlo bien….»

Ana Cristina Herreros

Manuel Marsol

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