Mundo es

Venía por la calle Barquillo, al final del día, y miraba las luces, sólo luces, las de los pilotos de los coches, las del semáforo de Almirante, la luna llena del farol del teatro Infantas…Y me parecían las verdaderas flores  silvestres de la ciudad. Era todo lo que tenía….las luces podían con todo, quiero decir que, como las flores, crecían en silencio, y yo oía su silencio.

Andrés Trapiello

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