Noli me tangere III

Alzo mi mano de cristal, cristalina, hecha verso, para rozar la fragilidad de tu cuerpo aterido en el pesebre, recién abierto al mundo, para arropar tus llagas, para besar tus heridas, en las que te reconozco y me reconozco, pues tú me tocas en la debilidad de mi amor por ti, inconsistencia de amante escurridizo y vano, para hacerme fuerte en la fortaleza de tu misericordia, roca mía, escudo mío, Dios mío, confío en ti.

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