Amores bendecidos

-¿Qué amores bendice la iglesia y qué amores no caben en la bendición?
-El amor, cuando es amor, siempre se bendice y porta bendición. Se bendicen los amores que son gratuitos, desinteresados, el amor que no busca el propio bien sino el de los demás, en definitiva, el amor-ágape. No se pueden bendecir los amores que no responden a cuanto acabo de decir. Es más, en este caso no se debería usar la palabra amor, pues es tan exigente y grande que no pude ser utilizada sino con ciertas condiciones

Fray José Rodriguez Carballo, ABC 18 mayo 2013

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Ellos también te necesitan

Muchos jóvenes se preparan en estas semanas para realizar sus últimos exámenes del curso, pero también es momento para planificar y preparar todas las actividades de verano.

Numerosas actividades preparadas especialmente para que los jóvenes descubran como vivir intensamente, también en verano, y como hacerse presente de manera especial con personas que lo necesita. Es el fin de muchos Campos de Trabajo: el encuentro con los más débiles, con los preferidos de Jesús y a quienes podemos dedicar parte de nuestro tiempo, porque la recompensa será sin duda enorme.

Los que trabajamos directamente con personas con discapacidades psíquicas y físicas sabemos de lo que hablamos. Es mucho más lo que recibes que lo que das. Ellos son los que dan sentido a nuestro trabajo.

Ojalá descubramos el valor que tienen estas personas y sigamos luchando para hacer que puedan ser cada vez más felices.

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Uno de nosotros

El embrión humano es uno de nosotros: ayúdanos a defenderlo en Europa.

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El objetivo de esta Iniciativa Ciudadana Europea es obtener el compromiso de la Unión  de no consentir ni financiar acciones que presupongan o favorezcan la destrucción de embriones humanos, así como de establecer los instrumentos adecuados de control sobre la utilización de los fondos concedidos con la finalidad de garantizar que éstos no son empleados para atentar contra la vida humana.

 

 

 

Desesperanza


Cunde la desesperanza Fray José…

-Para un creyente no hay lugar para ello. Nuestra esperanza, en cuanto discípulos de Jesús, no está en nuestros «carros y caballos», en lo que somos o tenemos. Está en el Señor, para quien «nada hay imposible», como dice el Evangelio, y, apoyándonos en él, también podemos decir con san Pablo: «Todo lo puedo en aquel que me da la fuerza».

Fray José Rodriguez Carballo, ABC 18 mayo 2013

eduardo naranjo I

De cine: searching for sugar man

Había llegado al lugar que toda su vida había estado buscando»

Como quien no quiere la cosa, sin darse importancia, humilde, compartiendo, triunfando en el fracaso, asombrado con natrualidad  de lo imprevisible, resucitando en la muerte. Una gran película, que además ganó el oscar al mejor documental. Una gran historia. Una verdad.

Trailer
http://youtu.be/UAYCxT418RA

En el Cuerpo de Cristo

“Si quieres saber qué es el cuerpo de Cristo, escucha lo que dice el apóstol a los fieles: “Vosotros sois el Cuerpo de Cristo y miembros suyos”. Por lo tanto, porque vosotros sois el cuerpo de Cristo y sus miembros, es vuestro el mismo misterio el que está puesto sobre la mesa del Señor, es vuestro misterio lo que recibís. Vosotros respondéis: Amén a la afirmación de aquello que vosotros sois y la respuesta es como vuestra firma”
San Agustín, sermón 272

spiritualis 5

Acoger la novedad de Dios

 

acoger a Dios

La novedad nos da siempre un poco de miedo, porque nos sentimos más seguros si tenemos todo bajo control, si somos nosotros los que construimos, programamos, planificamos nuestra vida, según nuestros esquemas, seguridades, gustos. Y esto nos sucede también con Dios. Con frecuencia lo seguimos, lo acogemos, pero hasta un cierto punto; nos resulta difícil abandonarnos a Él con total confianza, dejando que el Espíritu Santo anime, guíe nuestra vida, en todas las decisiones; tenemos miedo a que Dios nos lleve por caminos nuevos, nos saque de nuestros horizontes con frecuencia limitados, cerrados, egoístas, para abrirnos a los suyos. Pero, en toda la historia de la salvación, cuando Dios se revela, aparece su novedad, trasforma y pide confianza total en Él. (…) La novedad que Dios trae a nuestra vida es lo que verdaderamente nos realiza, lo que nos da la verdadera alegría, la verdadera serenidad, porque Dios nos ama y siempre quiere nuestro bien.

Fragmento de la Homilía del Papa Francisco en la Solemnidad de Pentecostés.
Para leer la homilía completa pincha aquí.