¿Tú has visto alguna estrella?
¿No? Pues vuelve a mirarFeliz Navidad
Dulce luz
Quién eres tú, dulce luz, que me llena e ilumina la oscuridad de mi corazón? Tú me guías como la mano de una madre, y si me soltaras, ya no sabría dar un paso más. Tú estás más cerca de mí que yo misma, más interior que lo más íntimo de mi ser. Y sin embargo eres inaccesible e incomprensible»
Edith Stein, Santa Benedicta de la Cruz
Relación ínitma
La fe no es la simple aceptación de unas verdades abstractas, sino una relación ínitma con Cristo que nos lleva a abrir nuestro corazón a este misterio de amor y a vivir como personas que se saben amadas por Dios»
Benedicto XVI, JMJ, oración con los jóvenes
Música y belleza III
Podemos entender el arte como “lugar de encuentro”, es decir, como lugar donde se puede percibir lo que inicialmente parece imperceptible. La música, de manera especial, posee esta cualidad. La intangibilidad del arte de los sonidos la convierten en metáfora viva del lenguaje del Misterio. El mismo lugar donde vibra la percepción del Misterio.»
Oscar Valado Dominguez, La música como vía para la percpeción del Misterio, Vida Nueva n º2827
Hector Berlioz, L’enfance du Christ, fragmento de la tercera obra musical que Manuel García Morente escuchó la noche del 29 al 30 de abril de 1937, en la radio, en paris, y que dió lugar al «Hecho extraorninadorio» de su conversión, desde el ateísmo al sacerdocio.
Música y belleza II
En definitiva, concebimos aquí la música como expresión estética, percepción de lo bello y uno de los caminos para decir la maravilla del Misterio que se comunica y habla a través del lenguaje de la belleza artística sonora, a través de la emoción de la experiencia que mueve a la sensibilidad, a la percepción y a la aceptación del Misterio»
Oscar Valado Dominguez, La música como vía para la percpeción del Misterio, Vida Nueva n º2827
Maurice Ravel, Pavanne pour une infante defunte, obra que Manuel García Morente escuchó la noche del 29 al 30 de abril de 1937, en la radio, en paris, y que dió lugar al «Hecho extraorninadorio» de su conversión, desde el ateísmo al sacerdocio.
De vez en cuando con el corazón…
Música y belleza I
La experiencia estética es una de las pocas vías que aún le quedan al hombre y a la mujer actuales para experimentar la trascendencia comunicativa del Misterio. La música, como expresión estética, es uno de los lenguajes que poseemos hoy para comunicar con los hombres y mujeres contemporáneos, tan alejados –a veces– de la experiencia interior, tan apresurados por escapar de sí mismos y tan abocados al exterior.»
Oscar Valado Dominguez, La música como vía para la percpeción del Misterio, Vida Nueva n º2827
César Frank, Sinfonía en Re menor, Finale, Allegro non troppo, es el primer fragmento musical que Manuel García Morente escuchó la noche del 29 al 30 de abril de 1937, en la radio, en paris, y que dió lugar al «Hecho extraorninadorio» de su conversión, desde el ateísmo al sacerdocio.
Encarnación y silencio III
El activismo nos lleva a movernos continuamente, nos impide estar tranquilos, escuchar el silencio a través del cual el Señor se nos comunica con su voz discreta. María, en la Anunciación, estaba absolutamente recogida y por eso abierta a la escucha de Dios. En ella no hay ningún obstáculo, ningún filtro que la separe de Dios. Ese es el significado de su ser Inmaculada, sin pecado original.»
Benedicto XVI, homenaje a la Inmaculada, Roma 8 diciembre 2012
Shissssss
Encarnación y silencio II
por debajo de lo dicho discurría un caudal subterráneo que es el rumor que le avisa a uno de que la literatura se escribe callando no menos que contando, y que más allá de lo que vemos y escuchamos y de lo que descubrimos en momentos singulares de lucidez o perspicacia hay cosas que no sabremos nunca, espacios en blanco a los que no llegan el conocimiento ni el recuerdo » Antonio Muñoz Molina.
Tres lecturas de esta literatura silenciosa, de esta palabra que no llega a pronunciarse, del espacio en blanco lleno de luz en su vacío cósmico:
San Juan de la Cruz decía en silencio, «callad y obrar», y nos empuja al abismo de un «no se qué que queda balbuciendo».
El salmo 18 nos muestra cómo «el cielo proclama la gloria de Dios», tan sencillamente, «sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje».
En medio del silencio el verbo se encarnó.
Firma autógrafa de Fray Juan de la Cruz
Encarnación y silencio
Nos llama la atención, y nos hace reflexionar, el hecho de que en ese momento decisivo para la historia de la humanidad, la Encarnación, el momento en el que Dios se hace hombre, se ve envuelto en un gran silencio. El encuentro entre el mensajero de Dios y la Virgen Inmaculada pasa totalmente desapercibido. Ninguno lo conoce, nadie habla de él. Es un acontecimiento que, si sucediera hoy, no sería publicado en ningún periódico, en ninguna revista, porque que un misterio que sucede en el silencio.
Benedicto XVI, Homenaje a la Inmaculada,Plaz de españa, Roma 8 diciembre de 2012
En medio de tanta información como nos llega a través de la red, ¿qué nos llega? ¿de qué nos habla? ¿en qué entretenemos nuestro discurrir?
Belleza V
Y aún ahora no hay nada más dulce que fijar la mirada de nuestro espíritu sobre El para contemplar y representarse su inexpresable y divina belleza; no hay nada más dulce que estar iluminados y embellecidos por esta participación y comunión con su luz, tener el corazón pacificado, el alma santificada, y estar llenos de esta alegría divina todos los días de la vida presente”
San Gregorio de Agrigento
y en esa dulzura mecerse, arrullado como un pichón.
Belleza IV
El que cree en Dios, en el Dios que precisamente en las apariencias alteradas de Cristo crucificado se
manifestó como amor hasta el extremo (Jn 13, 1), sabe que la belleza es verdad y que la verdad es belleza, pero en el
Cristo sufriente aprende que la belleza de la verdad incluye la ofensa, el dolor e incluso el oscuro misterio de la
muerte, y que sólo se puede encontrar la belleza aceptando el dolor y no ignorándolo»: J. RATZINGER, “La belleza es
bondad. Mensaje para el Meeting de Rímini 2002