Pocos son los que en algún momento de sus vidas han leído la Biblia enteramente. Es por ello que uno se admira al descubrir algunos textos tan maravillosos como los del libro del Deuteronomio.
Hace algún tiempo descubrí un texto que me caló y me gustó especialmente. El Antiguo Testamento parece en ocasiones que se nos hace lejano, sin embargo, en él podemos encontrar y comprobar, que en todo momento de la historia el Señor se hace presente. Cuando más perdidos creemos estar, de alguna forma u otra, Él aparece.
Él texto que os dejo a continuación es del libro del Deuteronomio.Se piensa que es el primer credo del pueblo de Israel, y en él, no se nos ofrece una doctrina o teorías sobre Dios, pero sí afirma la presencia salvadora de Dios en todos los acontecimientos de la historia.
Dijo Moisés al pueblo: -El sacerdote tomará de tu mano la cesta con las primicias y la pondrá ante el altar del Señor, tu Dios. Entonces tu dirás ante el Señor tu Dios: «Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto, y se estableció allí, con unas pocas personas. Pero luego creció, hasta convertirse en una raza grande, potente y numerosa. Los egipcios nos maltrataron y nos oprimieron, y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres; y el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra opresión, nuestro trabajo y nuestra angustia.
El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, en medio de gran terror, con signos y portentos. Nos introdujo en este lugar, y nos dio esta tierra, una tierra que mana leche y miel. Por eso ahora traigo aquí las primicias de los frutos del suelo, que Tú, Señor, me has dado«. Lo pondrás ante el Señor tu Dios y te postrarás en presencia del Señor tu Dios.
Dt 24, 4-10