Que en este tiempo de Cuaresma, seamos también capaces de llevar nuestro corazón hacia los que más los necesitan.
El sonido es regular, pero merece la pena.
Que en este tiempo de Cuaresma, seamos también capaces de llevar nuestro corazón hacia los que más los necesitan.
El sonido es regular, pero merece la pena.
Y vino una voz desde la nube, que decía: «Este es mi Hijo, mi Elegido; escuchadle.»
Lc 9, 28- 36
Orar es hablar con Aquel que sabemos que nos ama
Santa Teresa
Tu mirar es amar.
Tu mirar es hacer mercedes.
Tu mirar es alegrar mi vida.
Yo también quiero, Señor, disfrutar de la rosa sin tener que encontrarme sus espinas.
Yo también quiero, Señor, vivir tu Evangelio sin pasar por la cruz.
Entra en mi vida como un fuego luminoso.
Abrasa mis horas, mi corazón.
Tú lo das todo y todo lo pides.
Ayúdame a ver las cosas como Tú las ves
Planto mi tienda en tu amor, Jesús.
Delante de tu gloria descalzo mi alma.
Tú siempre me amas el primero.
Donde Tú vayas, quiero ir yo sostenido por tu amor.
Creer no es coleccionar certezas, sino ser capaz de dudar.
Fragmento 3 del libro “«Ligero de equipaje» Tony de Mello Un profeta para nuestro tiempo” Escrito por Carlos G. Vallés S.J. pág 137
Jesús respondió al diablo: «Está escrito, no sólo de pan vive el hombre» (…)»Adorarás al Señor tu Dios y sólo a Él darás culto» (…) «No tentarás al Señor, tu Dios«
Lc 4, 1- 13
Puede que alguien diga: ‘¡A veces, es tan fuerte la tentación!’ Ciertamente. Se ha de ser valiente para afrontar la realidad de la vida y saber decir “no”. Mas para decir no al tentador, no olvidemos lo que dice el comienzo de este evangelio: «El Espíritu fue llevando a Jesús por el desierto.» Vencer las tentaciones supone abrirnos a la acción del Espíritu, dejarnos guiar por él. Si es el Espíritu el que nos conduce, estaremos en el camino de la Pascua que inaugura la cuaresma, en el camino de Cristo, el vencedor de las tentaciones.
Los éxitos y logros de la vida no dan seguridad interior; al contrario, la debilitan y engendran ansiedad. Cuanto más éxito tengo, más necesidad siento de seguir teniendo éxito para responder a la expectación que los anteriores éxitos han despertado; así es como la ansiedad se fragua, se endurece y llega a hacerse insoportable. Éxito en el trabajo sin base afectiva que lo equilibre es peligro inminente de depresión para el trabajador incansable. ¡Cuánto sufrió Beethoven, porque apreciaban su música, pero no su persona! El éxito me dice que mi trabajo es valioso, mientras que el amor me dice que yo soy valioso, y eso es lo que me da satisfacción y sosiego.
[…]
Lo importante no es que yo me sienta aceptado y amado por otros, sino que yo los acepte y los ame. Esperar a que otros me quieran me hace depender de ellos, lo cual pone en peligro mi seguridad afectiva; mientras que el amarlos yo por mi cuenta está siempre en mi mano, y así quedo siempre libre e independiente.
Fragmento 2 del libro “«Ligero de equipaje» Tony de Mello Un profeta para nuestro tiempo” Escrito por Carlos G. Vallés S.J. pág 43
Leyendo las lecturas de la Eucaristía del día de hoy, me parecía una tremenda maravilla la primera lectura del Eclesiástico.
Confía en Dios, que él te ayudará; espera en él, y te allanará el camino.
Creo que merece la pena sentarse un ratín con este texto y disfrutar de lo que Dios nos regala.
Hijo mío, cuando te acerques al temor de Dios, prepárate para las pruebas; mantén el corazón firme, sé valiente, no te asustes en el momento de la prueba; pégate a él, no lo abandones, y al final serás enaltecido. Acepta cuanto te suceda, aguanta enfermedad y pobreza, porque el oro se acrisola en el fuego, y el hombre que Dios ama, en el horno de la pobreza. Confía en Dios, que él te ayudará; espera en él, y te allanará el camino. Los que teméis al Señor, esperad en su misericordia, y no os apartéis, para no caer; los que teméis al Señor, confiad en él, que no retendrá vuestro salario hasta mañana; los que teméis al Señor, esperad bienes, gozo perpetuo y salvación; los que teméis al Señor, amadlo, y él iluminará vuestros corazones. Fijaos en las generaciones pretéritas: ¿Quien confió en el Señor y quedó defraudado? ¿Quién esperó en él y quedó abandonado? ¿Quién gritó a él y no fue escuchado? Porque el Señor es clemente y misericordioso, perdona el pecado y salva del peligro.
Eclesiástico 2, 1-13
«Pero yo os digo a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen.(…)Porque con la medida con que midáis se os medirá.»
Lc 6, 27-38
En la medida en que amaste, tú serás,
serás la parte del amor que hubo en ti,
no me interesan tus esquemas ni tu imagen,
tus poderes ni equipaje,
nada de eso entrará.
Sólo me importa lo que diste
a los más pobres, entregaste a los enfermos,
lo que amaste a los demás.
Quedará el amor que hubo en ti.
¡Cuántas noches has dormido tan tranquilo
aun sabiendo que otros muchos andan mal!
Cómo explicarme que has perdido tanto tiempo
estudiando y trabajando y olvidaste a los demás.
Ahora que quieres, tienes que rendirme cuentas
de lo mucho que has amado, no me interesa más.
Quedará el amor que hubo en ti.
Todos nosotros, trabajemos en lo que trabajemos, necesitamos examinar nuestras intenciones y purificar nuestros motivos; pero los que trabajan en el campo social lo necesitan mucho más, porque manejan poder y dirigen masas. Hay quienes van a trabajar por los pobres, movidos, sin saberlo ellos mismos, por sentido de culpabilidad, por sed de poder, por seguir la corriente, por influencia de compañeros, compensación por sentido de un complejo de inferioridad, por escapar al trabajo intelectual… Todo eso, donde se dé, ha de ser purificado, en cuanto sea posible, antes de ir a los pobres, si no queremos que el trabajador social cause más daño al buscar secreta e inconscientemente sus propios intereses, convirtiendo en instrumento para ello a esos mismos pobres a quienes profesa servir […] La pena es que la gente pone por medio su visión cristiana, o su sueño budista o su plan marxista, y con eso ya no ven a las personas, sino sus propios planes, y ponen en marcha “actividades” para llevar a cabo sus propios “ideales”. Trabajemos por los pobres y los oprimidos, por encima de todo; pero hagámoslo desde nuestra propia libertad personal, no arrastrados por complejos secretos o indigencias ocultas nuestras
Fragmento 1 del libro “«Ligero de equipaje» Tony de Mello Un profeta para nuestro tiempo” Escrito por Carlos G. Vallés S.J. pág 211
Señor, mira mis manos, que quieren construir una sociedad más humana, donde la vida de todos sea posible.
Mira mis manos, que quieren unirse para vivir en confianza y solidaridad en todo el mundo.
Mira mi vida, que quiere darlo todo por los demás,
que va descubriendo tus llamadas y va respondiendo,
con miedos, pero con la confianza
de que Tú das sentido a mi vida.
Muchas veces necesitamos recordar lo que nos mueve y no darnos por vencidos, sino mejorar
El vídeo original pertenece a un videoclip del artista Moby para la canción “In this World”
Aquí se pueden ver dos versiones del vídeo original
“In this World” Moby 1
“In this World” Moby 2
La letra de la canción
Más información
Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
Lc 6, 17.20-26
Si hay junto a ti algún pobre de entre tus hermanos, en alguna de las ciudades de tu tierra que Yahveh tu Dios te da, no endurecerás tu corazón ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre, sino que le abrirás tu mano y le prestarás lo que necesite para remediar su indigencia.
Dt15,7-8
Parece ser que cada vez son más en la Iglesia y en el mundo los que se muestran cansados de oir hablar de los pobres y de opción por los pobres. Sería importante, vital, que esos señores entendieran que son muchos más los que están cansados de ser pobres
Pedro Casaldáliga