El signo de Jonás

el monje, todavía joven, acepta, no sin zozobra, los límites del mundo en los que él mismo ha elegido confinarse, y en el interior de los cuales ahora ha de encontrar de manera exclusiva toda la riqueza espiritual, emocional, intelectual y poética, que necesita para vivir en plenitud.

Antonio Muñoz Molina comentando El signo de Jonás, de Thomas Merton