Escribe una amiga sobre la paz y el perdón a los enemigos, comentando el versículo del Sermón del Monte,
Mt 5, 43-48 Amad a vuestros enemigos…
en el contexto del País Vasco:
Me ha emocionado hoy esta rumia. La frase final: «Llegue tu palabra a mi corazón y anide en mi voluntad, incubada por tu Gracia, que nunca me abandona. Porque sin Ti, ¿de qué seré capaz» hace preguntarme: Y Contigo ¿de qué no seré capaz?
Precisamente tuve ayer una profunda conversación en relación al perdón y a la reconciliación en nuestra tierra vasca, y yo defendía esta postura de que desde Él lo que tenía que llegar era el perdón, y me discutían que eso es muy difícil. Hoy llega tu rumia…
Una amiga a la que mataron a su padre, con la que hago la oración a diario, me decía ayer que rezaba por el asesino, pero que en el fondo no perdonaba…. Y hoy, después de orar con la rumia, le he preguntado:: Si tuvieras delante de ti al que mató a tu padre, pidiéndote perdón con humildad y viendo en su cara y sus ojos la sinceridad y el arrepentimiento por lo que hizo y por el dolor causado ¿lo perdonarías? Y me ha contestado que sí. Y le creo. Este es el milagro de nuestra fe y de nuestra espiritualidad.
P.S.- En estas tristes historias de nuestro tiempo, lo que hace falta es menos intromisión política, menos prensa y más encuentros personales, desde el corazón, y sin publicidad. Es mi sentir, del que cualquiera, lógicamente, puede disentir.
Hola que tal muy bonito escrito creo que nos hace reflexionar hondamente cuan importante es el perdon.
Buen fin de semana.
Un saludo.
Cuán necesario es que anide la Palabra en nuestro corazón, nos dejemos llevar por Él y modifiquemos así nuestra voluntad…