San Juan de Avila III

No solamente la cruz sino que la misma figura que en ella tienes nos llama dulcemente al amor. La cabeza tienes reclinada para oírnos y darnos besos de paz. Los brazos tienes tendidos para abrazarnos. De manera que, mirándote, Señor, en la cruz, todo cuando ven mis ojos, todo me lleva al amor. Y sobretodo el amor interior me da voces para que te ame y nunca te olvide mi corazón”

3 comentarios en «San Juan de Avila III»

Deja una respuesta