Santa María del Camino, del Consuelo, del Refugio. Melodías. Ver al Salvador

Calzadilla de la Cueza-Sahagún
15ª Etapa

Padre, me pongo en tus manos, haz de mi lo que quieras, sea lo que sea, te doy las gracias.

Hoy entraremos en otra provincia: ya hemos pasado por Navarra, Rioja, Burgos y Palencia. Hoy nos abrirá sus fauces calurosas León.

Vuelve hacia atrás la vista, caminante,
verás lo que te queda de camino; desde el oriente de tu cuna, el sino
ilumina tu marcha hacia delante.

Era cierto que en el horizonte se vislumbraba, a media mañana, Sahagún. En vez de torres de iglesias, tan advertidas, se veía un silo enorme de grano. Y mucho sol. De pronto el camino se desvió y nos hizo pasar por la ermita de la Virgen del Puente. Allí, a la sombra dela propia ermita, descansamos. Bajo la protección de Santa María.

María, que acoge con cordialidad a Dios y a los hombres. María, en quien se resume el ansia y la búsqueda de Dios de la humanidad. Como Ella queremos comprometernos plenamente con las exigencias del misterio de nuestra vocación. Como Ella quiero llegar a ser un hombre de fe que consideran todo a la luz de la revelación y descubrir cómo actúa Dios en la historia de los hombres y en los acontecimientos de nuestra vida diaria. Para ello me está ayudando la presencia de María, tan discreta, en este camino. Hoy la traigo hasta aquí.

María del consuelo, del refugio. María, en esta experiencia de auxilio, protectora con su sombra, pues hoy hervía el campo.

Ahora estoy tumbado en la cama. Hemos sido los primeros en llegar a este refugio, magníficamente montado en lo que fue la nave central de la Iglesia de la Trinidad, en las alturas. Son las cuatro de la tarde y sigue llegando gente, que ha hecho una etapa de casi el doble de kilómetros que nosotros. Vienen destrozados por el sol. Algunos caminan peor que los paralíticos que intentan andar. Así cada día: levántate y sígueme. Por ellos te pido, Señor. Por todos los peregrinos, por lo que van buscando, para que de alguna manera te encuentren.

A las seis de la mañana estamos caminando dentro de una noche enorme, llena de estrellas. Sin parar, en una recta infinita, una más, pero algo más ondulada que ayer, vamos atravesando pueblos pobrísimos: Ledigos, Terradillos de Templarios, Moatinos, San Nicolás del Real Camino (tanto nombre para tres casas de adobe y una fuente con sabor a lejía), así hasta llegar a Sahún. Camino bien, rápido. Si me paro y me enfrío, me cuesta mucho arrancar, Como todos los días, voy repitiendo tu nombre con los labios, esperando que descienda hasta el corazón, que me transforme la mirada tanta oración.

A veces me asalta la aridez, pero sigo andando y repitiendo, Señor Jesús. Aquí es fácil hacerlo. Más difícil, sin duda, en las arideces de cada día en el trabajo, en…

Beltrán va cantando cánones de Taizé. La música me alegra el corazón. Para ti es mi música, Señor. Tañe tú mi melodía.

Hago un acto de fe, tan desnudo como todo lo que estoy contemplando estos días. En la nada, todo. Atravesar el vacío en la sencillez. Don tuyo. Dejarme hacer.

Continuar, contemplar, poner voluntad y constancia sabiendo que nada depende de uno, ni el tiempo, sol o fresco; ni el dolor de los pies o de las espaldas; ni la distancia que hay que recorrer. ¿Ponerse pequeñas metas en el gran horizonte?¿Hacer del horizonte una pequeña meta?

Salimos por la tarde y el calor es abrasador. Las calles del pueblo son un horno. Bajamos hasta la residencia San José, donde a las siete y media tiene lugar la eucaristía. Es una residencia de ancianos, de las hijas de la caridad. Cada día, celebrar la eucaristía en una comunidad distinta, en un pueblo distinto, en una circunstancia distinta, me habla de la universalidad de tu Iglesia. Tú siempre el mismo.

Hoy asisten muchos simeones, que desean sin duda decir ahora señor puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu salvador. Cuánta mirada de fe. Cuántos ancianos que te ven como salvación, con su fe sencilla, con su vida entregada y aparentemente oculta. Cuánta comunión delos santos, cuánto caudal de Gracia. Te pido por ellos, para que en su ancianidad vivan abandonados en tu misericordia y en la ternura de tu amor.

El crepúsculo es bellísimo. El sol, rojizo, enorme. Hacía él vamos. El sol, el que guía nuestros pasos por el camino de la paz.

3 comentarios en «Santa María del Camino, del Consuelo, del Refugio. Melodías. Ver al Salvador»

  1. Virgen del Camino, te pido que mi hermana mejore de su alzeimer.
    A mi, que, dejes libre de obstaculos mi camino, para que pueda perder la grasa del abdomen, volver a ver y oir bien.
    Que me toque el Gordo de La Primitiva.
    Que no tenga pereza para bajar a la capilla, ni para rezar.
    Dame unas piernas fuertes y ágiles.
    Cada vez que he de cruzar las vias del METRO para ir al pueblo o volver a la residencia paso miedo.
    Bendice a mi familia de Madrid, para que se convirta, a mi hermano Amadeo, para que no le falte trabajo.
    A mi hermano Pepe, el sacewrdote, que no tengo noticias suas desde hace varios años.
    Bendicenos a nosotros, Sita con alzeimer y yo,que vivimos en una residencia de la tercera edad.
    Salvanos. Salva a todos los hobres que van a morir hoy.

  2. Hola que tal que bonito,que grandeza,que sencillez,cuanta fe,gratuidad,amor lucha y perseverancia se reflejan en este camino de este peregrino y seguro que en el de muchos.
    A ti santa Maria del camino pido por mi,por mi madre,por mi familia,por todos.
    Gracias por tu aportación.
    Un saludo.

  3. Este próximo sábado cumplo los 50 primeros años de mi vida…Llevo con ganas de hacer el camino de Santiago desde que presenti en que consistia… Me queda el resto de la vida terrena para hacer ese camino de: sacrificio y deleite; compañerismo y soledad; dolor y alegría; confianza y temor; y un largo etc qeu gracias a este rico compartir de los que lo estais recorriendo ahora y lo colgais en el blog para hacernos partícipes; ha hecho que mi anhelo de recorrerlo crezca. Igual que la admiración en casi la totalidad de los comentarios, que hace posible que casi lo haya caminado sin ni siquiera salir…
    ¡Gracias!:Santa Mª del CAmino(que no nos abandonas mientras recorremos ese espacio en el tiempo)del Consuelo como nos pide Jesús(«consolad, consolad a mi pueblo» allí donde esteis)y del Refugio(seno materno que se hace cuna en cada demostración de amor) ¡Rogad por los peregrinos del mundo! por los de Santiago, y por los que aún solo lo soñamos desde este camino del cada día, mucho más duro y lleno de laberintos… ¡GRACIAS HERMANOS, Y ÁNIMO! Hoy especialmente me habeis transportado, en cada canto de Taizé…, en lo abrasador del sol que bien pueda ser arder en su Amor tan palpable…, y en ilusión de hacer un día ese camino, sin dejar de valorar y aprender también, del de cada día.
    ¡¡Un abrazo, y mucho ánimo!!
    Consuelo

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