Queridos amigos,
Os comparto el testimonio de, Santi, un buen amigo:Papa, quiero ser sacerdote
En el habla agradecido de aquellos sacerdotes que han estado presentes en su vida.
Leyéndole he revivido la admiración que guardo por tantos marianistas que han pasado por mi vida. Tanto cariño, consejo, acompañamiento, humanidad… en sus defectos y cualidades, en sus pobrezas y sus grandezas he visto siempre el rostro de Jesús.
Yo me hice un día la pregunta en serio, ¿Y yo marianista por qué no? Y entonces me sorprendí a mí mismo cara a cara con Jesús, sintiendo el alivio de su mirada, la fuerza de su llamada. Hace 18 años me uní a María en esta apasionante y bella misión de llevar a Cristo al mundo. Jamás me he arrepentido de ello. Soy profundamente feliz.
Y tú, ¿lo has pensado alguna vez? Marianista, ¿por qué no?
