Compartir Internet, repetidor wifi

Escenario 1: No tienes Internet en casa, pero hay un pequeño rincón desde el que te conectas a una red wifi que un amable vecino comparte. Sin embargo, en casa, tu hermano también quiere conectar su portátil y tu madre su móvil. Todos no cabéis en el pequeño rincón, y no todos los dispositivos captan la señal correctamente. ¿Cómo solucionarlo?

Escenario 2: Habéis instalado un router wifi en vuestro piso de estudiantes pero la señal no llega a la habitación donde estás tú. El compañero de la habitación contigua sí que coge bien la señal. ¿Cómo solucionarlo?

Escenario 3: Tienes una conexión 3G para tu ordenador con un módem USB pero quieres compartirla con más gente o conectarte a ella con otros dispositivos. ¿Cómo solucionarlo?

Solución: Connectify es una pequeña aplicación gratuita para Windows 7, una vez instalada comparte tu conexión wifi/cable creando una nueva red wifi que tu controlas. Lo descubrí hace unos días y hoy lo he probado. ¡Funciona a la perfección! Instalé, configuré mi firewall personal, configuré la nueva wifi y reinicié. Ahora trabajo tranquilamente en el único pequeño rincón de la casa donde se coge el Wifi de nuestro amable vecino y lo reparto por toda la casa para que mi familia pueda conectarse también.
Estoy seguro de que le encontraréis mucha utilidad.


Con Windows XP también se puede hacer de forma manual.

La fe nos lleva a orar. Orar nos hace crecer en la fe

Cada día acontece un milagro en la entrada de Nova Bella: Dios mío, ayúdame. A diario 7 u 8 personas comparten su oración de forma espontánea como un comentario. Esto ha sido totalmente inesperado para los autores de Nova Bella, quiénes en esa entrada compartimos simplemente una cita bíblica que en ese momento nos interpeló: Apocalipsis 2, 2-5. Mientras escribo esta entrada compruebo que hay 1517 oraciones, en su mayoría peticiones, algunas son tremendas experiencias humanas de sufrimiento y necesidad.

Jesús decía Pedid y se os dará. Cuando se vive de la fe la oración brota, y la oración más pura es la de petición, que nace del que se siente necesitado, del que percibe su propia indigencia y suplica la gracia para ser salvado. El Señor no desoye ninguna de estas súplicas. Si nuestra oración es sincera el Señor la escucha y atiende, no siempre dándonos lo que pedimos, pero sí lo que necesitamos.

Cuando se vive de la oración la fe brota. Al compartir la oración comunicamos la esencia de la fe, al acoger la de nuestros hermanos crecemos en ella.


¡Nova Bella ha recibido un regalo del Señor! El de tener un espacio donde compartir y crecer en la fe. La semilla de su PALABRA va dando frutos.

Hemos abierto un espacio similar en Facebook, ampliando así los lugares en Internet donde podamos compartir nuestra oración.