Into the wild (Hacia rutas salvajes).

El otro día me regalarón una buena película. Sí, me propusieron ver una película a una hora infernal, para cuando estaba muy cansado y poco me apetecia sentarme a pensar y divagar sobre la Vida. Pero las cosas buenas vienen así, sin avisar, como caidas del Cielo y para cuando menos te lo esperas. Y es que «into the wild//hacia rutas salvajes» es precisamente eso. Sentarse para contemplar un testimonio de vida y que nos puede ayudar a construir el nuestro.

La Vida puede verse como un problema ó como un don. Llegar de un extremo al otro requiere de un camino, de un proceso. Y eso es precisamente lo que nos muestra «into the wild». Basada en el libro del mismo título y escrito por Jon Krakauer, dirigida por el genial Sean Penn en el año 2007, la película narra la historia «real» de Christopher McCandless, un joven norteamericano que en 1990, tras terminar sus estudios universitarios, decidió alejarse de la sociedad y convertirse en errante.

Más de dos horas de una muy buena historia, una magnifica persona, una fantástica fotografía, una excelente banda sonora (Eddie Vedder el de Pearl Jam, está excecpcional), en fin, la historia de una vida que podría ser la nuestra también, y que nos anima a buscar y caminar, a no estar parados a salir y contemplar que la felicidad es posible, es real y que no es un momento espontáneo, sino un estado de vida que se nos anima alcanzar.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=uWjRDbzK99w[/youtube]

Aprovecho también este medio para desearos… un año dichoso, feliz… grande… hermoso… bello… lleno de buenos momentos; un año lleno de Luz, en el que lleguéis a brillar con luz propia… un año en el que buscar, pero sobre todo un año para encontrar; un año en el que se cumplan todos vuestros própositos… un año con y para los demás… un año de «gracia», en el que ojala lleguemos a dar GRACIAS «al de arriba», por que un año más… todo nos vuelve a ir fenomenal: ¿y si algo nos va mal? Que seas Señor nuestro auxilio… refugio y baluarte, la Roca… nuestra alcazar y tesoro: ¡FELIZ 2011!

En la aurora…

Y es que no hay más bella teofanía

que ver Tu amanecer cada día.

¡Oh Hombre que pides grandes signos!

¡Oh Mujer que no ves ni tus pies!

Teofanía eres tú… Mujer, Hombre y Niño…

ese árbol y el río.

… Y me río… Padre… me río… contigo.»

                                                                                                                           Vicente Sm.

«Los hombres no son islas»

«Todo hombre es un pedazo de mí mismo, porque yo soy parte y miembro de la humanidad. Todo cristiano es parte de mi cuerpo, porque somos miembros de Cristo. Lo que hago, para ellos y con ellos y por ellos lo hago también. Lo que hacen, en mí y por mí y para mí lo hacen. Con todo, cada uno de nosotros permanece responsable de su participación en la vida de todo el cuerpo.

La caridad no puede ser lo que se pretende que sea, si yo no comprendo que mi vida representa mi participación en la vida de un organismo totalmente sobrenatural al que pertenezco. Unicamente cuando esta verdad ocupa el primer sitio, encajan las otras doctrinas en su contexto adecuado.

La soledad, la humildad, la negación a uno mismo, la acción y la contemplación, los sacramentos, la vida monástica, la familia, la guerra y la paz: Nada de esto tiene sentido sino en relación con la realidad central que es el amor de Dios viviendo y actuando en aquellos a quienes Él ha incorporado en Su Cristo. Nada, absolutamente nada tiene sentido, si no admitimos, con John Donne, que “los hombres no son islas, independientes entre sí; todo hombre es un pedazo del continente, una parte del todo“.

Thomas Merton (extracto de “Los hombres no son islas”)


Discernimiento Ignaciano 1. Los dos espíritus


1ª regla: aumentar imagen

En las personas que van de pecado mortal en pecado mortal, acostumbra comúnmente el enemigo proponerles placeres aparentes, haciendo imaginar delectaciones y placeres sensuales, por más los conservar y aumentar en sus vicios y pecados; en las cuales personas el buen spíritu usa contrario modo, punzándoles y remordiéndoles las consciencias por el sindérese de la razón.

Sobre la forma en que el «buen espíritu» golpea nuestra vida cuando nos alejamos de «él», puedes leer:
Cambaiar de sintonía
Dios existe y yo me lo encontré



2ª regla: aumentar imagen

En las personas que van intensamente purgando sus pecados, y en el servicio de Dios nuestro Señor de bien en mejor subiendo, es el contrario modo que en la primera regla; porque entonces propio es del mal espíritu morder, tristar y poner impedimentos inquietando con falsas razones, para que no pase adelante; y propio del bueno dar ánimo y fuerzas, consolaciones, lágrimas, inspiraciones y quietud, facilitando y quitando todos impedimentos, para que el bien obrar proceda adelante.

Sobre la forma en que el «mal espíritu» nos tienta especialmente cuando nos alejamos de «él», puedes leer:
A pesar de la tentación seguía adelante


El texto de las reglas de discernimiento está sacado del método de ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola