Cuaresma, tiempo enfocar

Impresiona ver a tantos millones de personas preocupadas por Japón. Es una alegría ver como nos movilizamos para rezar y nos solidarizamos con el dolor de otros pueblos, es reconfortante ver como se vuelcan ayudas y como se acepta con fe y esperanza el sufrimiento. En todas partes se habla de Japón, en las noticias, en Twitter y Facebook, en mi comunidad, en la universidad… pero hoy algo me ha hecho cambiar el foco te atención, una persona muy querida para mí, sin quererlo a través de su blog me ha recordado que Cuaresma es tiempo de conversión al amor, y que el amor empieza en lo pequeño y cercano. Siento la llamada a atender ya de una vez al prójimo más cercano que con mi indiferencia he convertido en lejano. Es tiempo de enfocar.

Into the wild (Hacia rutas salvajes).

El otro día me regalarón una buena película. Sí, me propusieron ver una película a una hora infernal, para cuando estaba muy cansado y poco me apetecia sentarme a pensar y divagar sobre la Vida. Pero las cosas buenas vienen así, sin avisar, como caidas del Cielo y para cuando menos te lo esperas. Y es que «into the wild//hacia rutas salvajes» es precisamente eso. Sentarse para contemplar un testimonio de vida y que nos puede ayudar a construir el nuestro.

La Vida puede verse como un problema ó como un don. Llegar de un extremo al otro requiere de un camino, de un proceso. Y eso es precisamente lo que nos muestra «into the wild». Basada en el libro del mismo título y escrito por Jon Krakauer, dirigida por el genial Sean Penn en el año 2007, la película narra la historia «real» de Christopher McCandless, un joven norteamericano que en 1990, tras terminar sus estudios universitarios, decidió alejarse de la sociedad y convertirse en errante.

Más de dos horas de una muy buena historia, una magnifica persona, una fantástica fotografía, una excelente banda sonora (Eddie Vedder el de Pearl Jam, está excecpcional), en fin, la historia de una vida que podría ser la nuestra también, y que nos anima a buscar y caminar, a no estar parados a salir y contemplar que la felicidad es posible, es real y que no es un momento espontáneo, sino un estado de vida que se nos anima alcanzar.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=uWjRDbzK99w[/youtube]

Aprovecho también este medio para desearos… un año dichoso, feliz… grande… hermoso… bello… lleno de buenos momentos; un año lleno de Luz, en el que lleguéis a brillar con luz propia… un año en el que buscar, pero sobre todo un año para encontrar; un año en el que se cumplan todos vuestros própositos… un año con y para los demás… un año de «gracia», en el que ojala lleguemos a dar GRACIAS «al de arriba», por que un año más… todo nos vuelve a ir fenomenal: ¿y si algo nos va mal? Que seas Señor nuestro auxilio… refugio y baluarte, la Roca… nuestra alcazar y tesoro: ¡FELIZ 2011!

En la aurora…

Y es que no hay más bella teofanía

que ver Tu amanecer cada día.

¡Oh Hombre que pides grandes signos!

¡Oh Mujer que no ves ni tus pies!

Teofanía eres tú… Mujer, Hombre y Niño…

ese árbol y el río.

… Y me río… Padre… me río… contigo.»

                                                                                                                           Vicente Sm.

«Los hombres no son islas»

«Todo hombre es un pedazo de mí mismo, porque yo soy parte y miembro de la humanidad. Todo cristiano es parte de mi cuerpo, porque somos miembros de Cristo. Lo que hago, para ellos y con ellos y por ellos lo hago también. Lo que hacen, en mí y por mí y para mí lo hacen. Con todo, cada uno de nosotros permanece responsable de su participación en la vida de todo el cuerpo.

La caridad no puede ser lo que se pretende que sea, si yo no comprendo que mi vida representa mi participación en la vida de un organismo totalmente sobrenatural al que pertenezco. Unicamente cuando esta verdad ocupa el primer sitio, encajan las otras doctrinas en su contexto adecuado.

La soledad, la humildad, la negación a uno mismo, la acción y la contemplación, los sacramentos, la vida monástica, la familia, la guerra y la paz: Nada de esto tiene sentido sino en relación con la realidad central que es el amor de Dios viviendo y actuando en aquellos a quienes Él ha incorporado en Su Cristo. Nada, absolutamente nada tiene sentido, si no admitimos, con John Donne, que “los hombres no son islas, independientes entre sí; todo hombre es un pedazo del continente, una parte del todo“.

Thomas Merton (extracto de “Los hombres no son islas”)


He pecado, me arrepiento

«Conozco tus obras; dicen que tienes vida, pero estás muerto. Despiértate y reanima aquello que está a punto de morir, pues tus obras son insuficientes a la luz de Dios.
Recuerda cómo recibiste y oíste mi Palabra: guárdala y arrepiéntete. Porque, si no te mantienes despierto, vendré sobre ti como un ladrón, sin que sepas la hora te sorprenderé.» (Apocalipsis 3, 1-3)

Tim Guénard

Tim es un bebé abandonado por su madre, un niño maltratado por su padre, un adolescente violado en las calles de París. Su objetivo: “matar a mi padre a puñetazos”. Su odio y su coraza contra el dolor, le convierten en campeón nacional de boxeo y en líder de una banda que siembra el caos. Pero en la cima del éxito, el rencor le asfixia. Sólo respira el día en que descubre el amor de Dios Padre, el “Big Boss”.

Tú luz

Tú luz se cuela por entre las cortinas, luz tamizada que furtiva entra en mi morada. Quise acariciarla pero por entre los dedos se me escapaba.

Mi casa en penumbras recibe tú visita, tu dulce rayo me ha despertado de mi letargo. Sí, me levantaré, no volveré a pactar con la mentira. Pero tengo miedo de que tu luz se oculte y yo me pierda de nuevo.

Tú luz Señor, brille tú luz siempre en mi morada.

Joe Eszterhas guionista de Instinto Básico narra su conversión

Joe Eszterhas, el famoso guionista de Instinto Básico, Show Girls o Pulp Fiction ha vivido una conversión a la fe cristiana. En 2008 publicó el testimonio de su conversión al catolicismo en un libro que se llama «Crossbearer: A memoir of faith (Portador de Cruz: un recuerdo de FE).

En el verano del año 2001, Eszterhas fue diagnosticado con cáncer de garganta. Debió someterse a una delicada cirugía y recibió la orden médica de dejar el alcohol y el tabaco. Eszterhas tenía 56 años, siempre tuvo un estilo de vida alocado y sabía que cambiar sus hábitos no sería fácil.

Un día, que Eszterhas describe como «infernalmente caluroso», estaba caminando por la calle cuando se dio cuenta que su vida había tocado fondo.

«Me estaba volviendo loco. Estaba muy nervioso. Temblaba. No tenía paciencia para nada. Cada terminación nerviosa demandaba un trago y un cigarrillo», recuerda.

Se sentó en el piso, comenzó a llorar y de repente comenzó a rezar. «Por favor, Dios, ayúdame», dijo.

En ese momento, se dio cuenta de que no rezaba desde niño. «No podía creer lo que había dicho. No supe por qué lo había dicho. Nunca antes lo había dicho», recuerda.

Inmediatamente, Eszterhas se sintió sobrecogido por un sentimiento de paz y se acabaron sus temblores. En ese momento, tal como le ocurrió a Saulo camino a Damasco, vio «una luz brillante, deslumbrante, casi cegadora que me hizo cubrir mis ojos con las manos».

Para Eszterhas, esta experiencia fue determinante. Pasó de dudar sobre poder vivir sin tabaco ni alcohol, a saber que podía vencerse a sí mismo y triunfar.

En ese momento comenzó su camino de regreso a la Iglesia pero el escándalo sexual que afectó duramente a los católicos en Estados Unidos se convirtió en un escollo para terminar su retorno. Por eso optó por asistir a servicios no denominacionales, pero finalmente se convenció de que no podía dejar de ser católico.

«La Eucaristia y la presencia del cuerpo y sangre de Cristo está en mi mente y es una experiencia sobrecogedora. La Comunión es poderosa y es casi un sentimiento celestial», afirma.

Nos narra su testimonio de fe también en este vídeo:

Esta conversión viene a sumarse a otras como las de Kirk Cameron, Samuel L. Jackson, Martin Sheen o Jim Caviezel ¿Qué está pasando en Hollywood?

Discernimiento Ignaciano 1. Los dos espíritus


1ª regla: aumentar imagen

En las personas que van de pecado mortal en pecado mortal, acostumbra comúnmente el enemigo proponerles placeres aparentes, haciendo imaginar delectaciones y placeres sensuales, por más los conservar y aumentar en sus vicios y pecados; en las cuales personas el buen spíritu usa contrario modo, punzándoles y remordiéndoles las consciencias por el sindérese de la razón.

Sobre la forma en que el «buen espíritu» golpea nuestra vida cuando nos alejamos de «él», puedes leer:
Cambaiar de sintonía
Dios existe y yo me lo encontré



2ª regla: aumentar imagen

En las personas que van intensamente purgando sus pecados, y en el servicio de Dios nuestro Señor de bien en mejor subiendo, es el contrario modo que en la primera regla; porque entonces propio es del mal espíritu morder, tristar y poner impedimentos inquietando con falsas razones, para que no pase adelante; y propio del bueno dar ánimo y fuerzas, consolaciones, lágrimas, inspiraciones y quietud, facilitando y quitando todos impedimentos, para que el bien obrar proceda adelante.

Sobre la forma en que el «mal espíritu» nos tienta especialmente cuando nos alejamos de «él», puedes leer:
A pesar de la tentación seguía adelante


El texto de las reglas de discernimiento está sacado del método de ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola

De racista violento a sacerdote

Este testimonio no os dejará indiferentes.

De ultra y violento… a pacífico y sacerdote
Una chica, de la que estuvo enamorado, tuvo mucho que ver en su cambio de vida
05/03/2009 | Gonzalo Altozano

sacerdoteSus antiguos camaradas saben perfectamente dónde encontrarlo. O sea, que no es por miedo que desea permanecer en el anonimato (¿miedo, él? ¡De qué!). Es porque hay varias productoras interesadas en llevar su vida a la pantalla y él lo único que quiere es dedicarse enteramente a su vocación. Entendemos el interés de los guionistas; pocas veces se encuentran historias así: una adolescencia de odios y violencias, el amor de una chica que le devuelve a la fe, un encuentro personal con Cristo…

Nunca fue delegado de clase, pero tenía madera de jefe. Quizás porque pegó el estirón muy pronto, quizás porque, año tras año, ocupaba, castigado, los primeros bancos de clase. Fuera lo que fuese, algo en él hacía que los demás lo tuvieran en cuenta. No sólo los de su curso, también los mayores. Y, entre éstos, los de peor reputación, los que salían los fines de semana a pegarse. No para ser los duros de la discoteca, sino movidos por un afán superior: España. Estaban llamados a salvar a la patria. O eso decían ellos. Esta historia arranca en Madrid con la década de los noventa.
Sigue leyendo De racista violento a sacerdote