The runaway bunny

El conejito andarín es un cuento publicado en 1910, y que desde entonces no ha dejado de editarse. Parece que todos los niños de EEUU, antes de los tres años, lo han oído contar mil veces antes de acostarse.

En la excelente película «Amar la vida», la maestra – un verdadero ángel custodio-de una profesora moribunda, la lee este cuento: «Ah, mira esto…Una pequeña alegoría del alma. Donde quiera que se esconda, Dios la encontrará…Wonderful. Time to go»

«Es hora de partir….»

Y es que si no nos hacemos como niños no entraremos en el reino de los cielos.

Para l*s que tengáis menos paciencia, la escena del cuento está a partir del minuto 3:50. Aunque toda la secuencia no tiene desperdicio, y es una joya del cine espiritual.

No hacer nada. Ofrenda del ser. Enfermedad

Es fácil estar disponible para hacer cualquier cosa o hacer algún servicio, siempre pidiendo la gracia de Dios. Sin embargo qué difícil es decir : «Aquí estoy, Señor, habla, que tu siervo escucha». Aunque ese hablar implique las últimas consecuencias. Ahí es donde realmente se cumple aquello que dijo Jesús: «Si el grano de trigo no muere, es imposible que de fruto».(…)

En estos días en que mi cuerpo se encuentra prácticamente sin fuerzas, sin apenas movilidad, sin poder realizar los movimientos cotidianos normales, es cuando uno cae en la cuenta de la profundidad de este mensaje: Hay que morir, hay que debilitarse, hay que no ser nada, para que Dios pueda valerse de nuestro no hacer nada»

Idelfonso María García Palacios, CMF, dictó estas palabras a sus compañeros una semana antes de morir con 25 años, tras vivir un año la enfermedad del cáncer.

Su testimonio de fe, impresionante, está en

Un itinerario inesperado. El diario de Ilde, Publicaciones claretianas

Afrontar el cáncer. Testimonio de Soledad Pérez de Ayala

Soledad Pérez de Ayala falleció hace unos días, el 13 de febrero de 2011, a causa de un cáncer. Era Licenciada en Filología Inglesa, profesora titular de la Universidad Complutense. Casada y madre de tres hijos que vivía su vida cristiana como congregante mariana de la Congregación Mariana Mater Salvatoris. María Tortosa, lectora de Nova Bella, miembro de la congregación de Soledad, nos envía una carta que Soledad escribió en el 2008 para Magníficat y que puede ayudar a gente que está pasando por la misma situación. Os invito a leerlo y dejaros interpelar.

En enero de 2006, cuando con más intensidad buscaba yo hacer la voluntad de Dios en mi vida, el Señor me hizo ver que iba a tener una enfermedad, para la conversión de mi corazón y quizá la de algunos otros, y para gloria Suya. Al poco me diagnosticaron un cáncer, que me trataron con quimioterapia, cirugía y radioterapia.

Ser toda suya, y sólo suya
Yo buscaba: Buscaba la Verdad, en la Eucaristía, en todo lo que es de Él, en la Iglesia, en los sacerdotes, en mi Congregación Mariana. En realidad, le buscaba sólo a Él, a Cristo. Empecé a decirle que quería ser toda suya, y sólo suya. No del mundo, ni de la vanidad. Esto es fácil de desear, pero difícil de llevar a cabo porque el mundo te arrastra. Pero a través de la enfermedad, que me obligó a renunciar a tantas cosas – mi imagen, mi trabajo, mis fuerzas – me fui haciendo más de Él. A medida que yo renunciaba a alguna criatura, Él se hacía más fuerte en mi corazón.
Con la ayuda del Señor, de la Virgen María, y de toda mi familia, fui encajando el sufrimiento de la debilidad, las llagas, el hospital, y todas las molestias derivadas de la medicación. Al principio tenía miedo a la cruz, y ese miedo me hacía sufrir más que la propia enfermedad. A menudo me había preguntado, antes de la enfermedad, por qué tantos hombres y mujeres padecen en el mundo, haciéndose partícipes de la Cruz, y yo tenía una vida cómoda. Al entrar a formar parte de los que sufren, me sentí parte del Pueblo del Señor. Siendo débil en el Señor, notaba más Su fortaleza en mí. Entonces se me pasó el miedo. El sufrimiento es superado por el Amor, y al sufrir con Cristo, nos hacemos partícipes de Su Amor. Yo le decía al Señor que si me daba fuerzas, saldría de mí misma, le amaría más y también a mi gente. Al mismo tiempo, en el amor de los otros hacia mí, sobre todo en el de mi marido, descubrí el Amor desbordante del Señor. Mi familia se volcó conmigo. Mucha gente me llamó para decirme que rezaba por mí. Yo ofrecía mis dificultades por todos ellos. Así se formó un círculo de oración y de gracia. En los momentos más duros, sólo mi Madre del cielo me ha podido ayudar. Ella, María, me ha aligerado esa carga que cae pesadísima sobre los hombros; ella sola me ha deshecho el nudo de la garganta, y me ha hecho ver que esto es un encuentro con su Hijo, gracias al cual yo también puedo entonar mi pequeño magnificat. Sigue leyendo Afrontar el cáncer. Testimonio de Soledad Pérez de Ayala

Elvira nos sigue necesitando.

Hace un mes publicaba en Novabella una noticia en relación a una amiga llamada Elvira. Comento algo en relación a la misma.

Adjunto video en el que se muestra bastante bien lo que Elvira Roda puede llegar a sentir al vivir de tu a tu con la enfermedad de Sensibilidad Química Múltiple (SQM). No obstante, Elvira, sigue necesitando de nuestro apoyo. Hoy mismo me he podido sentar hablar con su hermano Carmel. Y traslado las GRACIAS que nos da en nombre de su hermana y en el suyo propio (también en el de su madre), por todo lo que venimos haciendo por ella. Aunque la cosa va tomando forma, en breve recibiréis información de todo lo que se quiere hacer de manera organizada para el bien de su causa, de momento sigue necesitando urgentemente de nuestro dinero. El tratamiento es caro, y las administraciones públicas (y aunque parezca mentira), no cubren su elevado coste (por ello otra acción que se realizará será la de llegar alcanzar la aprobación de cara a  que su enfermedad sea reconocida por nuestra Seguridad Social) . Ya sabéis que en su blog http://elviraroda.org/ está todo lo que necesitáis saber para poder ayudarla. Un fuerte abrazo y GRACIAS a todos, y de ante mano, por difundir esta noticia.

[vimeo]http://vimeo.com/16509960[/vimeo]

Pd: ni que decir tiene, que su hermano y también, agradece (y mucho) nuestra oración. No cesemos de rezar, ni por ella… ni por otras situaciones como las de Elvira, en las que al final nos encontramos con «personas» que se encuentran muy desamparadas. Por todas ellas Señor…

Tres meses

– Señor, ¿cuánto tiempo tendré para poder realizar esta misión?

Tres meses

– ¡¿Tres meses?! ¿Cómo podré cambiar los corazones, y salvar tantas vidas con tan sólo tres meses?

Para vosotros, mi querido Eliot, es imposible, pero no lo es para mí. Yo estoy contigo.

Esta es la historia real de un bebé, Eliot, al que sus padres decidieron no abortar a pesar de su enfermedad incurable y que sobrevivió contra todo pronóstico médico tres meses para cumplir una misión.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=MeqxSDQkEv4[/youtube]

Por favor, continua la misión de Eliot, difunde este vídeo.

No un púlpito, no una presentación pulida, no un libro record de ventas, sino un niño de seis libras con Trisomía 18. Dios se complació al tomar al más humilde ante los ojos del mundo y mostrar la verdad… y nosotros lo celebramos hoy. Eliot, tú estás bien, y aunque te extrañamos más de lo que podemos expresar, solo nos separa nuestro tiempo en la tierra. Hasta pronto hijo. Mamá y papá

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