Transfigurada

Todo me sabe a fresco, todo me sabe a nuevo, me lleno de Jesús y lo doy a los demás sin mayor ciencia»

Esto lo dice una paisana de San Juan de Ávila, doctor de la Iglesia, de Almodóvar del Campo.  Es una buena descripción del apóstol manchego, llamado de Andalucía. Hoy celebramos su fiesta y la de todo el clero español. Pastores con olor a oveja.

Sínodo Evangelización

Ante la proximidad del Sínodo de la evangelización hago míos los deseos que Juan Rubio, director de Vida Nueva, expresa en el último número de la revista.:

1. Apuesto por una evangelización que se haga novedad en el encuentro personal con Jesucristo. El Sínodo debe huir de la ideologización, auténtica plaga que devora a la Iglesia, enfermedad muy extendida en el mundo hoy. Lo nuestro es un “seguimiento”, no un “sistema filosófico”.

2. Toda evangelización comenzará con un profundo y respetuoso amor al hombre y al mundo. No seamos látigo de Sodoma, sino caricia de Nazaret; no vivamos en torreón, sino en tiendas de campaña.

3. Una evangelización que asuma con gratitud la noble historia evangelizadora de la Iglesia, corrigiendo los errores cometidos. La Escritura, la Patrística y la Historia nos harán humildes en la tarea.

4. Los retos evangelizadores del Sínodo no pueden corregir al Vaticano II y su aire nuevo. Esta tentación debe ser remediada desde el principio. El gesto elocuente de cómo “evangelizar” conlleva un amor a la Iglesia.

5. Una evangelización que no suponga la fe, aunque se profese en una cultura cristiana; que sepa abrirse al corazón de los nuevos escenarios sin actitudes altivas. Estamos ante un hombre nuevo y distinto y no podemos seguir predicándole como antes.

6. Evangelización paciente, honda, orante, alejada de la prisa. Una tarea que muchas veces nos haga hablar más a Dios de los hombres que a los hombres de Dios.

7. Una evangelización que se instale en fidelidad creativa y comunión afectiva y efectiva, que huya de los grupos cerrados, sectas religiosas en definitiva; que se aleje de la fragmentación, del aislamiento y del sentimiento de élite. Se pierde tiempo en desafíos ideológicos y condenas absurdas.

8. Una evangelización que no use el proselitismo como arma de fuego letal, sino la oferta de sentido al mundo, la mano abierta.

9. Una evangelización que despierte en el mundo esperanza, alegría, libertad, superando el síndrome del miedo y el fracaso.

10. Y el mejor termómetro para ver si evangelizamos correctamente es comprobar si los pobres, los que sufren, los últimos, son los primeros en recibir esta buena noticia. Solo así transmitiremos la fe a las nuevas generaciones.

Evangelización y santidad

¿Qué mejor que preparar el Sínodo con esta semana tan llena de santos evangelizadores, que nos muestran que la santidad sigue dando frutos?

Aumentar nuestro deseo santidad, como

Santa Teresita del Niño Jesús ( 1 de octubre),  evangelizar desde el amor, en lo pequeño, como los niños, en el Carmelo.

San Francisco de Borja, ( 3 de octubre), evangelizar unido estrechamente a Jesús, teniendo sus mistos sentimientos, dejándome afectar por él, siendo apóstol.

San Francisco de Asís ( 4 de octubre), evangelizar en la pobreza y el desprendimiento, como hermano universal, ofreciedo la paz y el bien a todas las criaturas, mendicante.

Santa Faustina Kowalska ( 5 de cotubre) manifestando la divina miseridordia en medio de nuestro mundo.

San Bruno, desde la soledad y el silencio del eremo, mostrar que solo Dios es absoluto, vida contemplativa.

Aprender de San Juan de Ávila y Santa Hildergarda Von Bingen, auténticos evangelizdores, innovadores, que serán declarados el día 7 Doctores de la Iglesia, por el papa Benedicto XVI, al inaugurar el Sínodo. 

Entrevista a Rogelio Núñez Partido. Nueva evangelización

Religión Digital entrevista a Rogelio Núñez, Partido religioso marianista y Viceprovincial de la compañía de María en España hablando de pastoral en el contexto actual, en especial de la pastoral visual y la comunicación. Rogelio nos propone nuevos caminos para una nueva evangelización en la pastoral con jóvenes

Al final de “Lost” queda el amor y la vida

Desde el principio se apuntaba y finalmente se ha confirmado, la serie de televisión Perdidos, que en el último mes se ha hecho mundialmente famosa, iba más allá de contar una historia trivial de aventuras y misterio. Personalmente me parece un gran éxito que 12 millones de personas hayan recibido ansiosos un mensaje como este: La muerte no tiene la última palabra, la tiene el amor. (El dato de espectadores está tomado al vuelo de internet, la cifra exacta no se puede saber si tenemos en cuenta descargas y futuros espectadores)

“Lost” con este final confirma lo que ya venía ofreciendo: la preocupación por las relaciones humanas lleva a la apertura a la cuestión creyente. Este tema sigue siendo recurrente en las narraciones audiovisuales contemporáneas que en alguna medida tienden a sustituir a la práctica religiosa. El problema estriba en que los guiones ofrecen simplificaciones al servicio de la historia y la implicación del espectador, por mucho que llegue a fans, no deja de ser bastante efímera. El relato si actúa como provocación debe ser bienvenido aunque si termina en la sustitución es claramente insuficiente.

Planteada especialmente como una añoranza de la comunidad en tiempos del individualismo, “Lost” aspira a recuperar la confianza en los otros y en la posibilidad de unas relaciones fundadas en el encuentro y la bondad.

Para los espectadores de “Lost” se a llegado al final de su serie aunque seguirán visitando los 121 capítulos de las seis temporadas. Sin embargo, sería de desear que la actitud de espectador pasara a protagonista, que la interrogación reemplazara a la pasividad de la recepción.

Leer el artículo completo en Periodista Digital de donde está sacada esta cita

Otras referencias en Nova Bella sobre la evangelización en los medios
La serie Perdidos (Lost)
Ver para creer
Nuevos Medios. El Evangelio según Hollywood
Battlestar Galactica. Serie completa
¿Lo “nuevo” es una amenaza o una oportunidad?