He visto a la Iglesia socorriendo en campos de refugiados miserables o recuperando niños soldado, pero también vanidosa y dura

Yo «quiero y sirvo» a la Iglesia tal cual es, con sus glorias (muchísimas) y sus sombras y cuervos. Le debo lo mejor mío. Le he visto socorriendo en campos de refugiados miserables o recuperando niños soldado, pero también vanidosa y dura. Jesús me enseñó a amar a Pedro cuando volvía de varias negaciones. San Ignacio me lo confirmó. La iglesia que «sueño» es más gloriosa, pero más infantil, porque olvida la pobre masa de lo humano. En la que sueño, no me dejarían entrar…

José María Fernández-Martos SJ.
En VIDA NUEVA nº 2805<

Que nazca el misterio. Big Fish

Al contar la historia de la vida de mi padre, es imposible distinguir los hechos de la ficción, el hombre y el mito […] Lo mejor que puedo hacer es contarla tal y como él me la contó a mi. A veces no tiene sentido y en gran parte nunca pasó […] pero nuestra historia es así

Esta cita podría ser de algún evangelista o de alguno de los primeros cristianos, o de cualquiera de nosotros hablando de Jesús y de su vida, pero no, con estas palabras empieza la película “Big Fish” un film de 2003 de Tim Burton.

Con la búsqueda del Jesús histórico nos puede pasar como al protagonista de Big Fish: que nos desconectemos del misterio de la vida y consideremos falso todo lo que no sea históricamente demostrable o abarcable con la razón. En esta película, Burton, representa magistralmente la verdad que hay más hallá de las historias “reales”, ya que la realidad objetiva no es capaz de representar toda la verdad de la vida.

Perfectamente podemos aplicarlo a la verdad que esconde la escritura, que no se encuentra en su precisión histórica, sino en el misterio traducido en palabras y narraciones. Hablando de Jesús…

es imposible distinguir los hechos de la ficción, el hombre y el mito […] Lo mejor que puedo hacer es contarla tal y como él me la contó a mi. A veces no tiene sentido y en gran parte nunca pasó […] pero nuestra historia es así

¡Feliz Navidad!

Hace ahora cinco años y durante mi Noviciado, Enrique Aguilera Sm y que para aquel momento era el responsable de nuestra formación, nos hizo llegar a todos los novicios una sorprendente felicitación de Navidad que no consigo quitarme de la cabeza. Menos mal. Por que volverla a leer por estas fechas, me recuerda eso que dice nuestra Regla de Vida de nuestro deseo de querer vivir “en conformidad con Jesucristo”.

A lo largo de los últimos dos mil años de Historia, ésta ha llegado a corroborar que efectivamente y para un «cristiano» que en verdad «vive» las palabras del Evangelio, y a diferencia de aquel que no lo es (o lo es, pero no lleva a su vida la Palabra), se le puede complicar mucho más el vivir que al segundo en cuestión. Ahora bien, ahí quedan todos los testimonios de santos y santas que la Iglesia ha ido aportando a la Sociedad y que con la entrega generosa de sus vidas, han sabido abrir diferentes vías para que nosotros (y si queremos) podamos llegar a vivir una vida más dichosa, una vida más feliz, una vida mejor.

Es decir, el cristiano se compromete a construir el Reino, se implica con el Proyecto Salvador de Dios para con el Hombre/Mujer e intenta manifestar en su día a día ese Amor que con Jesús/el Hijo ya se ha hecho realidad. Y es que si verdaderamente hiciésemos valer nuestro compromiso como cristianos que somos, y pese a la increencia de muchos, ello nos permitiría entrar en una espiral que seguro nos llevaría a vivir en un Mundo mejor.

Precisamente y de ello nos habla esta felicitación: ¿qué le estamos diciendo a un amigo/a, compañero de trabajo, padre/madre, hijo/a para cuándo le deseamos y durante estas fechas: «¡FELIZ NAVIDAD!»? ¿A qué nos/les está comprometiendo nuestras palabras? ¿Somos verdaderamente conscientes de lo que les estamos deseando?

Bueno ahí queda la reflexión, pero sobre todo y ante estas fechas que nos llegan… lo que me gustaría os llegase, es mi felicitación: ¡FELIZ NAVIDAD!

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OJO CON EL NIÑO DE LA NAVIDAD…

Porque cuando crezca te invitará a esto:

 

Creer la Buena Noticia (Mc 1,15)  Convertirse a Dios (Mc 1,15)  Seguir a Jesús (Jn 1,43)

Escuchar y guardar la palabra de Jesús; creer en él, ser su discípulo  (Lc 10,41-42)

Cumplir la voluntad del Padre que está en los cielos (Mt 12,50)

Adorar al Padre en espíritu y en verdad (Jn 4,23) Orar en lo secreto y sin cesar (Mt 6,5-13)

Orar diciendo “Padre nuestro…” (Mt 6,7)  Rogarle que envíe obreros a su mies (Mt 9,38)

Dar limosna secretamente (Mt 6,2)  Ayunar sin ostentación  (Mt 6,16)  Velar (Mc 13,33))

Resistir la tentación (Mt 26,41)  Limpiar el interior de uno mismo (Mt 23,26)

Perdonar siempre las ofensas  (Mt 18,21-2)  Pedir perdón  (Mt 18,26)

Perdonar los pecados en nombre de Jesús (Jn 20,23)

Corregir (Mt 18,15)  Acoger y dar oportunidad al pecador (Mt 7,3)

Amar al enemigo  (Mt 5,44)  Orar por los que difaman y persiguen  (Lc 6,28)

No juzgar condenando a los demás  (Lc 6,37)  No criticar o despreciar (Lc 18,9)

No acumular bienes para sí mismo (Lc 12,13)  Dar más de lo debido o pedido  (Mt 5,41)

No poner lo material necesario, como valor o preocupación primordial (Mt 6,25)

Dar de comer al hambriento  (Mt 25,35)  Dar de beber al sediento (Mt 25,35)

Vestir al desnudo (Mt 25,36)  Visitar al enfermo (Mt 25,36)

Visitar al encarcelado (Mt 25,36) Acoger al forastero (Mt 25,35)

Buscar a los perdidos  (Mt 18,12)  Acoger a los pequeños y a los niños  (Mt 18,5)

Acoger y ayudar a los misioneros del Evangelio (Mt 10,40-42)

Aproximarse al que sufre y auxiliarle (Lc 10,29)

Defender y atender a la persona por encima de cualquier obstáculo legal (Lc 314,3-5)

Dar gratis lo recibido gratis (Mt 10,8)  Hacer el bien sin esperar nada a cambio (Lc 6,35)

Ponerse siempre en el último puesto  (Lc 14,10)  No buscar el reconocimiento (Mt 23,5-12)

Llevar siempre las lámparas con aceite  (Mt 25,4)

Hacer fructificar los dones recibidos  (Mt 25,16) Agradecer el bien que te hacen (Lc 17,17)

No rechazar a la propia mujer (o al marido) cuando venga la dificultad (Mc 10,9)

Hacerse un corazón de pobre  (Mt 5,3)  Abrir la casa y la mesa a los pobres (Lc 14,13)

Vender lo que se tiene y darlo a los pobres   (Mt 19,21)

Hacerse manso  (Mt 5,4)  Hacerse como un niño (Mt 18,3)

Trabajar por la paz   (Mt 5,9)  No pensar con odio ni ejercer violencia (Lc 9,55)

Salar la tierra e iluminar el mundo   (Mt 5,13-14)  Preparar la vuelta del Señor (Lc 12,40)

Echar el vino nuevo en odres nuevos (Mt 9,17) Dar la paz al mundo (Mt 10,12)

Proclamad el Evangelio del Reino (Mt 10,7) Ir por todo el mundo evangelizando (Mc 16,15)

Dejarse enviar (Jn 20,21)  Hacer discípulos y bautizar en el nombre de Dios (Mt 28,19)

Buscar sobre todo el Reino de Dios  (Mt 6,33)

Curar enfermos   (Mt 10,8)   Resucitar muertos   (Mt 10,8)

Limpiar leprosos  (Mt 10,8)   Expulsar demonios (Mt 10,8)

Ser prudentes como serpientes y sencillos como palomas (Mt 10,16)

Nacer de nuevo (Jn 3,3)  Pedir a Jesús el Agua viva del Espíritu (Jn 4,10)

Ejercer el gobierno sirviendo en vez de oprimiendo (Mt 20,26)

Ponerse a los pies de los demás como un servidor (Jn 13,12-14)

Celebrar la Eucaristía en memoria de Jesús   (Lc 21,19)  Orar en común (Mt 18,19)

Actuar buscando el alimento que da Jesús (Jn 6,27)

Declararse partidario, discípulo de Jesús (Mt 10,32)

Dejar que hable en nosotros el Espíritu en el momento de la persecución (Lc 12,11)

Vivir muy unido/a a Jesús (Jn 15)  Recibir el Espíritu Santo (Jn 20,22)

Dejar casa, familia y hacienda por Jesús y por el Evangelio (Mc 10,29)

Negarse a sí mismo, tomar la cruz y seguir a Jesús (Mt 16,24)

Perder la vida por Jesús y por el Evangelio (Mc 8,34)

Acoger a María como madre (Jn 19,27) Ejercer la maternidad/patern espiritual (Jn 19,26)  Anunciad que Jesús ha resucitado  (Mt 20,17-18) Dejarse conducir y amar (Jn 20,18-19)

Y el consejo de María: Haced lo que Jesús nos diga (Jn 2,5)

 PIÉNSATELO.TU VERÁS SI TE INTERESA CREER Y DECIR… “¡FELIZ NAVIDAD!”

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Vida Religiosa: aquí y ahora.

Por favor, siéntate, respira, coge aire, abre bien los ojos (y oídos)… y disfruta de este video:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=wwKuGcbhfSU&hd=1[/youtube]

¿Y ahora? ¿Cómo te sientes? Supongo que al igual que las personas que pasaban por aquella estación,  algo se ha debido de mover en tu interior. Has vivido una experiencia. Todo el dinero del Mundo seria incapaz de llegar a provocar la sensación de aquellos que para aquel día pasaron por aquella estación. Lo que lo hizo genial fue su total gratuidad. Y es que por un momento y para todos ellos, el tiempo se paró.

Fueron unos muy pocos minutos pero aquella pieza, aquella orquesta, aquellos músicos, aquel instante… ya forma parte de la naturaleza más intima de cada una de aquellas personas.

¿Y la música? No es nueva pero suena diferente.

¿Y los músicos? Gente normal, de diferentes edades y sexos, bien organizados, pero no uniformes ni uniformados.

¿Y todos los que se encontraron allí aquella tarde? ¿El niño con su padre? ¿Las abuelas que habían quedado a tomar un café? ¿Cuántos perdieron su tren aquel día? Da igual. Aquello y verdaderamente mereció la pena. Por que todos, más tarde ó más temprano, tendremos que pasar por alguna estación de este tipo. Algunos pasarán de largo y no llegarán a escuchar bien la melodía, otros se quedarán parados, bastantes interactuarán con la banda e incluso alguno se animará a tocar con ellos.

Y es que todos los instrumentos son necesarios, pero por que todos los músicos lo fueron mucho más, mucho antes. La música está en nuestro interior y ahí fuera hay músicos que nos pueden ayudar a extraer esa  gran obra maestra que todos llevamos dentro. Músicos de estaciones intermedias que nos recuerdan la melodía de nuestros orígenes. Esa música que sonó, suena y seguirá sonando siempre de forma nueva.

Está claro que cada uno puede hacer una lectura diferente de lo acontecido en aquella estación e incluso no hacer ninguna, pero para nosotros los religiosos de la Compañía de María (Marianistas) en España, este video,  pretende ser una bellísima parábola visual de lo que la Vida Religiosa está llamada a ser aquí y ahora, en este Mundo en el que hemos venido a vivir.

Provocando experiencias, afinando instrumentos, enseñando la melodía, ayudando a descubrir esa música que todos llevamos dentro, en sintonía y coordinación con esa estación central que es la Iglesia, tocando la misma partitura de siempre pero de una forma nueva. Vida Religiosa: aquí y ahora.

*El video pertenece a la Orquesta Filarmonica de Cophenague: http://youtu.be/wwKuGcbhfSU?hd=1

 

1 de Noviembre, día de todos los santos.

En la Eucaristía de esta mañana, Felix Erdocia Sm, nos ha propuesto rezar con esta preciosa poesía de la chilena Gabriela Mistral. Unas palabras de ánimo para todos los que seguimos construyendo el Reino de Dios y de la misma forma que lo hicieron nuestros antecesores, los santos. Muchos de ellos/as conocidos, con vidas y obras magníficas; ahora bien, también hubo muchisímo «santo anónimo» a los que la Iglesia quiere tener también presente en el día de hoy. Creo de verdad que todos coocemos alguno: una tía, un primo, una amiga, un abuelo… que por «h ó por b» han pasado a formar parte de ese otro Mundo en el que ya y por fin, han podido encontrarse con Aquel al que en vida pudieron hacer presente en su Amor.

Como bien nos decía Felix esta mañana, el Mundo necesita más que nunca de santos y santas que hagan posible y sobre todo «visible», ese Amor que únicamente puede proceder de Dios.  Él es nuestra salvación. Que estas bellas palabras de Gabriela Mistral nos ayuden a construir «desde abajo» un Mundo mejor, ese Reino justo (que es ya realidad allá en el Cielo)  y en el que todos y todas nos podamos sentir bienaventurados. En ello estamos.

Toda la naturaleza es un anhelo de servicio.
Sirve la nube, sirve el aire, sirve el surco.
Donde haya un árbol que plantar, plántalo;
donde haya un error que enmendar, enmiéndalo;
o un esfuerzo que todos esquiven, acéptalo.
Sé el que aparte la molesta piedra del camino;
sé el que aparte el odio entre los hombres
y sé el que resuelva las dificultades del problema.
Existe la alegría de ser sano y la de ser justo;
pero, por sobre todo la inmensa alegría de servir.
Que triste sería el mundo si todo estuviera hecho,
si no hubiera una rosa que plantar,
una empresa que emprender
Que no te llamen solamente los trabajos fáciles.
¡Es tan bello hacer lo que otros rehusan!
Pero no caigas en el error de que sólo
se hacen méritos con lo grande;
hay pequeños servicios que son buenos servicios:
adornar una mesa, ordenar unos libros,
peinar a una niña…
Uno es el que critica,
otro, el que destruye: ¡sé tú el que sirve!
El servir no es tarea de seres inferiores.
Dios, que da el fruto y la luz, sirvió.
Pudiera también llamársele así: ¡El que sirve!
Él es el que tiene sus ojos fijos en nuestras manos
y nos pregunta cada día: ¿Serviste hoy?
¿A quién? ¿Al árbol, a tu amigo, a tu madre?
                                                                                           Gabriela Mistral

 

La corriente es Dios

» A menudo puedes ver cables que cruzan las calles. Antes de que la corriente fluya por elos no hay luz.El cable somos tú y yo.¡La corriente es Dios!.Tenemos el poder de dejar pasar la corriente a través de nosotros y de este modo generar la luz del mundo-JESÚS- o de negarnos a ser utilizados y de este modo permitir que se extienda la oscuridad»

 

Madre Teresa

(Extraído del YOU CAT, apartado 11)

El pintor.

El pintor, el gran pintor, y en su capacidad de síntesis fuera de lo común, es capaz de llevar hasta el lienzo y como si se de una única imágen se tratase…  todo el pensamiento de una época, la grandeza y sencillez de un sentimiento, e incluso la posible naturaleza de nuestro ser: ¡GRACIAS VELÁZQUEZ!

Dios y sus cosas.

El pasado Domingo, y que no fue un Domingo cualquiera, Pilar Rahola en La Vanguardia nos regaló este bello artículo. En su agnosticismo, hay cierta añoranza hacia ese Amor que muchos cristianos seguimos intentando testimoniar. Desde luego sus palabras, solo pueden que animarnos en nuestra tarea de construir el Reino. Ojala nuestra vida llegue a ser una Pascua continua. En ello estamos.

Dios y sus cosas:

Va por ellos, gentes que cuando rezan, aman, y amando dotan de luz los rincones más sombríos…

Dios y sus cosas, o más bien las cosas de aquellos que creen en Dios. En días como hoy, y más allá de gozar del tiempo festivo robado a la agenda, siempre recalo en la idea de la trascendencia divina. Y no tanto como una interrogación personal, porque hace años que descarté llenar con respuestas prefabricadas mis preguntas más hirientes. Prefiero militar en la duda, esa duda que aterriza en los miedos y en las soledades y que no da opción a ningún bálsamo. Ciertamente, como he escrito en alguna otra ocasión, creer en Dios significa vivir y morir más acompañado. No es mi caso, porque, aunque me esforzara en aceptar algún tipo de dogma, siempre sabría que me estoy haciendo trampas al solitario. Los habitantes de la duda permanente nos llevamos mal con la fe y con sus intangibles. Pero con independencia de la actitud personal hacia el concepto de Dios, estos días me parecen especialmente bellos para los que gozan de una fe sincera. Gentes que han construido grandes edificios de buenas acciones, porque creer los ha hecho más nobles y más humanos. Gentes que cuando rezan, aman, y amando dan algo de luz a los rincones sombríos del mundo. Va para ellos este artículo, cuya incapacidad para entender a Dios no lo inutiliza para entender a los creyentes. Hace tiempo leí una reflexión de Bertrand Russell que me pareció sublime: “Si Dios existe, no será tan vanidoso como para castigar a quienes no creen en él”. Toda idea de la trascendencia espiritual reconvertida en tortura, dolor, infierno y cualquier sentido de culpa me parece tan tortuosa como incomprensible.

 

No puedo entender de ningún modo ese tipo de fe que concibe un Dios castigador y punitivo, sin otra piedad que la exigencia de su dominio. Y reconozco que no me gusta la exhibición de martirio de los pasos de Semana Santa, quizás porque prefiero el Dios que renace el domingo que el que muere el viernes. La vida sobre la muerte. Pero con el Dios de las monjas de mi infancia, que enseñaba a amar al prójimo y dibujaba con renglones caritativos las líneas de la vida, con ese Dios me tuteo sin creer. Porque es la fuente de inspiración de gentes extraordinarias. Va por todos ellos. Los que creen en los dioses de la vida y no en los de la muerte. Los que aprenden a entender a los demás, cuando aprenden a creer. Los que buscan respuestas sin imponer dogmas.

 

Los que conciben sus creencias como una fuente de tolerancia. Los que ayudan a su prójimo porque lo conciben como su hermano. Los que gracias a Dios encuentran tiempo para construirse interiormente. Los que buscan dotar de trascendencia su paso por el mundo. Los que entienden que creer en Dios es creer en la ciencia. Los que tienen respuestas pero siguen haciéndose preguntas. Los que rezan porque aman. Para todos ellos, los creyentes del Dios del amor, feliz domingo de Resurrección.

Pilar Rahola (en La Vanguardia, el 24 de Abril de 2011).

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Si queréis acceder al artículo directamente, aquí tenéis el enlace: http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20110424/54145205643/dios-y-sus-cosas.html

Escultismo y Reino.

Son muchas (y muy buenas) las cosas que nos aporta el Escultismo. A mi personalmente me ha ayudado a ser persona (mejor no lo sé, pero bueno como mínimo más persona), me ha regalado a los que ahora siguen siendo mis amigos, capacidad de reflexión, generosidad, entrega, compromiso. Y por supuesto, me ha ayudado a discernir acerca de cuál podía ser la vocación que más feliz me podía llegar hacer. Hoy doy GRACIAS a Dios, por todos esos religiosos y seglares que me ayudaron a descubrirlo.

Realmente creo que el ser Scout me ha hecho ser consciente de que otro Mundo es posible, que entre todos podemos construirlo, y de que efectivamente y con el servicio al que nos necesita, la Palabra se hace carne. Y es que así es mucho más fácil el poder llegar a comprenderlo todo. La fe que profesamos se materializa y toma forma cuando en la experiencia es Jesús mismo quién se nos presenta. De verdad creo que otro Mundo mejor es posible y ese es Su Reino. Si hoy me siento feliz es por que en los Scouts se me ayudó a serlo.

Hoy brota en mí un sentimiento de verdadero agradecimiento hacia sir Robert Baden Powell. Sin su persona, mensaje y Movimiento, es muy probable que yo no estaría aquí dónde ahora estoy. De ahí mi agradecimiento entero hacia él. También hacia los Marianistas, que hace 50 años apostaron por abrir un grupo scout en el Colegio del Pilar de Valencia. Un grupo y que a lo largo de todo este tiempo ha regalado mucha vida y ayudado a ser feliz a muchos niños y jóvenes. Yo soy uno de ellos y hoy más que nunca, me siento muy orgulloso de ser Scout.  Ojala Jesús siga siendo Luz en nuestro camino, que ÉL llegue a ser ese primer Scout al que nos queremos parecer, que no se nos olviden sus Bienaventuranzas, y que entre todos lleguemos a construir Su Reino. Ese seguro que será el Mundo mejor al que se refería Sir Robert Baden Powell. 

Ya para concluir, os dejo el último mensaje que a modo de testamento Baden Powell nos regaló. Creo de verdad, que éste puede aportarnos un poco de luz tanto a los que somos Scouts como a los que no. Ahí va:

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Queridos scouts:

Si habéis visto alguna vez la obra Peter Pan recordaréis cómo el jefe de los piratas siempre estaba pronunciando su discurso de despedida por temor de que cuando le llegara su hora no tuviera ya tiempo de compartirlo. Algo así me sucede a mí, y, aún cuando no me estoy muriendo en este momento, lo haré uno de estos días y quiero mandaros un mensaje de despedida. Recordad, esto es lo último que oiréis de mí, por tanto meditadlo.

He tenido una vida muy dichosa, y quiero que cada uno de vosotros la tenga también.

Creo que Dios nos puso en este mundo maravilloso para que fuéramos felices y disfrutáramos de la vida. La felicidad no procede de ser rico, ni siquiera del éxito en la propia carrera, ni de concederse uno todos los gustos. Un paso hacia la felicidad es hacerse sano y fuerte cuando niño, para poder ser útil y así gozar de la vida cuando se es un hombre.

El estudio de la naturaleza os mostrará cómo Dios ha llenado el mundo de belleza y de cosas maravillosas para que las disfrutéis. Contentaos con lo que os haya tocado y sacad el mejor partido de ello. Mirad el lado alegre de las cosas en vez del lado triste.

Pero el camino verdadero para conseguir la felicidad pasa por hacer felices a los demás. Intentad dejar este mundo un poco mejor de como os lo encontrasteis y, cuando os llegue la hora de morir, podréis morir felices sintiendo que de ningún modo habréis perdido vuestro tiempo sino que habréis hecho todo lo posible. Así, estad «Siempre Listos» para vivir felices y morir felices: aferraos siempre a vuestra promesa Scout, aún cuando hayáis dejado de ser muchachos, y que Dios os ayude a hacerlo así.