Ayer en #DandoCaña, Alberto Sotillos (PSOE) se ofreció para debatir en Twitter sobre la ley del aborto. Intercambié con él varias decenas de tuits. El debate se centró en porqué el PSOE considera que el embrión no es humano. La única argumentación, que sólo pudo defender con la repetición, fue que «aunque es humano porque procede de humanos, no es ser humano». Y se quedó tan tranquilo. Mi argumento fue basado en hechos comprobados científicamente: el embrión tiene un ADN humano original y único, no es el del padre ni el de la madre, una criatura con ADN humano es un ser humano. Los derechos humanos reconoce como inalienable la dignidad de todo ser humano, por eso el Estado no puede decidir quitarle esa dignidad para decir que no es humano y quitarle la vida.
Carlos Escribano, fue testigo de este debate y hoy en su blog ofrece su opinión al respecto. Recomiendo vivamente su lectura.
Repasando los tweets del día me he encontrado con una discusión, que no pelea, sobre si el embrión es un ser humano o no entre el diácono Daniel Pajuelo Vázquez 1 y un tal Alberto Sotillos 2 que se define como padre, sociólogo y periodista, entre otras cosas.
Como me dice siempre mi señora madre, la soberbia de una persona muere siempre más tarde que la propia persona, y no espero que un pro-abortista cambie de parecer por muchas palabras que cualquier defensor de la vida pueda decirle.
Pero lo que me repatea de verdad los higadillos y me hace estar escribiendo a horas intempestivas es que alguien le de una patada a la lógica y a la lengua castellana con tono de autosuficiencia no carente, además, de un cierto desprecio hacia los que se lo intentan hacer ver.
El principal argumento de Alberto Sotillos es que un embrión humano no es un ser humano, sino solamente un embrión humano 3 y que claro, lo que pasa es que los partidarios de la vida son un poco cortos:
Os dejo algunas capturas del debate.