«Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros» (Jn 1,14)

Para un Scout como yo, esta traducción de un versículo del Nuevo Testamento  (y del inicio del Evangelio de Juan), le resuena un mucho a ese estilo propio con el que los Scouts nos relacionamos con el Padre y por supuesto, y también… con el Hijo.

Acampar es parar en un lugar. Darlo todo allí a dónde te has dejado caer. Contemplar, regalar y por que no decir… una manera de vivir. Escuchar, actuar, comprender, respirar… atender. Acampar es compartir sin pensar lo que mañana pueda suceder. Acampar es sonreír a la sencillez de la noche, para desde allí esperar en el velar… la gran teofanía del amanecer.  Acampar es aprender amar, es entregarte, sacrificarte y llegar a darte… sin esperar del otro nada. Sin más. Acampar es estar hoy aquí y mañana allí. Es decir «adiós» sin avisar, para llegar a reconocer (y agradecer)… tu presencia en el ayer.

«Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros» (Jn 1,14)

Una Palabra, un Dios… un Padre, un Hijo, un Amor, un Espíritu… una Humanidad, un Perdón, una Paz y una Luz. 

 

«Yo soy la Luz del Mundo» (Jn 8,12)

Gracias Jesús por «acampar» entre nosotros. Gracias Padre, muchas gracias por mandárnoslo. Hoy los Scouts de Valencia, vamos a teneros muy presentes. Hemos traído vuestra Luz desde Belén, por que queremos que un año más, vuestra Palabra entre nosotros vuelva a acampar.

 

 

 

Enlace a nuestro sitio web: http://www.gsxelpilar.org/luzdelapaz2010

Enlace a la página web oficial de MSC: http://luzdelapaz.org/

Video explicativo de la iniciativa llevada a cabo por los Scouts de Austria:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=N5w4aGGzUKU[/youtube] 

Elvira Roda.

Elvira, antigua alumna del Colegio del Pilar de Valencia (Marianistas) está pasando por una situación grave. Y es ahora cuando un cristiano… y verdaderamente se la juega. Nosotros hacemos un muy buen uso de la oración, una oración que sinceramente creo que vale pero… también, y para estos casos, necesitamos pasar a la acción. No nos podemos quedar quietos. Desde luego a ella, y por la carta que nos mandó a sus allegados hace ahora una semana, fe no le falta. Su testimonio de vida… y de verdad, que no tiene desperdicio. Y si no leer su carta (está en un JPG al final de la entrada). A uno se le pone la carne de gallina. Todo vale para poder ayudarla. Pero ahora lo que más le urge, es el dichoso dinero. Y es que una «enfermedad rara», un «solo te pasa a tí»… le sirve como escusa a un Gobierno Autonómico, Estatal, a una Nación, ó a un País entero… para decirte que «no», que «no te puede ayudar». Si Jesús… levantase la cabeza. ¡Una vida es una vida! Y lo demás son cuentos. Menos mal que Elvira tiene por amigos, a gente muy buena… y que además es creativa. Y si no leer la iniciativa que se han propuesto realizar para poder ayudarla:

Somos amigos de Elvira. Ante su situación desesperada, nos vemos obligados a invertanos una idea que pueda por lo menos sacarla del agujero en el que está metida. Se nos ocurre lo siguiente. Si somos capaces de ir a una boda y regalar a los novios algo de dinero para emprender una nueva vida, ¿por qué no hacemos lo mismo por Elvira?

Te invitamos a la boda de elvira, se casa esta semana en la intimidad, pero quiere que todos participemos de su nueva vida, de esta nueva oportunidad para ser feliz. Esta es una boda sin fiesta, al menos por ahora. Con solo ingresar 50€ en este número de cuenta, le vamos a hacer un regalo que nunca olvidará.

0182 9553 34 0201532883 (puedes comprobarlo en su blog, elviraroda.org),

ÚNETE AL GRUPO DE FACEBOOK, «YO TAMBIÉN LE HICE UN REGALO A ELVIRA», Y PARTICIPA EN ESTA INICIATIVA.

PD: CUÁNTOS MÁS INVITADOS MEJOR. INVITA A QUIEN CONSIDERES

 

Si quieres conocer más acerca de la enfermedad de Elvira, te puedes acercar a leer su historia en su blog personal: www.elviraroda.org.

GRACIAS de ante mano a todos por colaborar. 

 

Haz click sobre la foto de la carta de Elvira y te aparacerá en grande para que la puedas leer.
Haz click sobre la foto de la carta de Elvira y te aparacerá en grande para que la puedas leer.

En la aurora…

Y es que no hay más bella teofanía

que ver Tu amanecer cada día.

¡Oh Hombre que pides grandes signos!

¡Oh Mujer que no ves ni tus pies!

Teofanía eres tú… Mujer, Hombre y Niño…

ese árbol y el río.

… Y me río… Padre… me río… contigo.»

                                                                                                                           Vicente Sm.

¡Gracias!

 «Hoy puedo. Me he levantado y sé que puedo.

 Puedo decir que sí y no puedo decir que no.

 Por que estoy contigo.

 No, no valen ya los «podría».

 Sí, es mi opción de decirle que «sí» a la Vida.

 Con sus luces… pero también con sus sombras.

 Puedo.

 Y mientras pueda, todo es posible, por que todo es posibilidad.

 Puedo.

 Y puedo por que tu antes pudiste: ¡GRACIAS!»

                                                                                                                   Vicente Sm.

«Los hombres no son islas»

«Todo hombre es un pedazo de mí mismo, porque yo soy parte y miembro de la humanidad. Todo cristiano es parte de mi cuerpo, porque somos miembros de Cristo. Lo que hago, para ellos y con ellos y por ellos lo hago también. Lo que hacen, en mí y por mí y para mí lo hacen. Con todo, cada uno de nosotros permanece responsable de su participación en la vida de todo el cuerpo.

La caridad no puede ser lo que se pretende que sea, si yo no comprendo que mi vida representa mi participación en la vida de un organismo totalmente sobrenatural al que pertenezco. Unicamente cuando esta verdad ocupa el primer sitio, encajan las otras doctrinas en su contexto adecuado.

La soledad, la humildad, la negación a uno mismo, la acción y la contemplación, los sacramentos, la vida monástica, la familia, la guerra y la paz: Nada de esto tiene sentido sino en relación con la realidad central que es el amor de Dios viviendo y actuando en aquellos a quienes Él ha incorporado en Su Cristo. Nada, absolutamente nada tiene sentido, si no admitimos, con John Donne, que “los hombres no son islas, independientes entre sí; todo hombre es un pedazo del continente, una parte del todo“.

Thomas Merton (extracto de “Los hombres no son islas”)


Dios mío, perdóname

Querido Señor, tu discípulo Pedro quiso saber quién te traicionaría. Señalaste a Judas, pero un poco más tarde le señalaste a él. Judas te traicionó, Pedro te negó. Judas se ahorcó, Pedro se convirtió en el apóstol al cual hiciste primero de todos. Señor, dame fe, fe en tu misericordia infinita, en tu perdón sin límites, en tu bondad insondable. No permitas que me tiente el pensamiento de que mis pecados son demasiado grandes para ser perdonados, demasiado abominables como para que los toque tu misericordia. No permitas que huya de ti. Concédeme volver a ti una y otra vez y pedirte que seas mi Señor, mi pastor, mi fortaleza y mi refugio. Acógeme bajo tu protección, Señor, y permíteme experimentar que no me rechazarás mientras te siga pidiendo tu perdón. Quizá mis dudas a cerca de tu perdón son un pecado mayor que los pecados que considero demasiado grandes para ser perdonados. Quizá me considero demasiado importante, demasiado grande, cuando pienso que ya no puedo ser abrazado por ti. Señor, mírame, acepta mi oración como aceptaste la oración de Pedro, y no permitas que huya de ti en la noche, como hizo Judas.

Del libro “Oraciones desde la abadía. Una súplica de misericordia” de Henri J. M. Nouwen

[aPt.1] ¿Qué valor damos a las personas? – Repara

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Un soldado preguntó a Abba Míos si Dios podía perdonar a un pecador.

Después de instruirle con alguna detención, el anciano le dijo:
“Si tu guerrera estuviera rota, ¿la tirarías?”

“¡Oh, no!” – replicó el soldado – “la remendaría y me la pondría de nuevo”

El anciano entonces le contestó:
“Si tú te cuidas de tu guerrera, ¿no tendrá Dios cuidado de su propia criatura?”

¿Qué hacemos cuando algo o alguien no nos gusta, falla, o se estropea?
leer «¿Quieres cambiar el mundo?»
¿Qué esperamos que haga Dios con nosotros? – leer «Dios mío ayudame»

«Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más»

(Jn 8, 10,11)