Para concluir con estas reflexiones sobre el misterio (1, 2 y 3) y la forma de trasnsmitirlo, dejo la felicitación que hemos mandado este año en la comunidad, donde María y José han de enfrentarse a lo que no entienden ni conocen, y contárselo al otro y a los demás, y la fe y el amor han de estar por encima de la racionalidad para acogerlo, que no entenderlo.
Pues eso, que a partir de hoy sepamos acoger a Dios y lo demos a conocer, como el misterio que es, sin tratar de entenderlo como un problema científico-racional.
En esta última referencia a Big Fish, me gustaría insistir en la distinción entre realidad y verdad. ¿se puede narrar objetivamente un sentimiento?
La vida y la muerte de una persona resulta indiferente si eliminamos la parte del misterio, del sentimiento, del espíritu, de Dios… la parte del sujeto o subjetiva, que no se puede más que aproximar en palabras. Además cambia a lo largo de la propia vida:
¿Cómo han de explicar los primeros discípulos la experiencia de Jesús, su resurrección y cómo vino al mundo si sentían que era hijo de Dios? ¿A caso puede llegar a darse una explicación racional de algo así? Lo que está claro es que, con el nacimiento de Jesús, sintieron que sus vidas cambiaron para siempre, que su esperanza se empezaba a hacer realidad y que hasta hoy nos sigue llegando esta influencia. Pero sigue siendo un misterio y no dejará de serlo.
Lo que nos queda, como al protagonista de Big Fish es formar parte del misterio o huir de él. Solo cuando lo acoge llega a ser plenamente feliz.
Al contar la historia de la vida de mi padre, es imposible distinguir los hechos de la ficción, el hombre y el mito […] Lo mejor que puedo hacer es contarla tal y como él me la contó a mi. A veces no tiene sentido y en gran parte nunca pasó […] pero nuestra historia es así
Esta cita podría ser de algún evangelista o de alguno de los primeros cristianos, o de cualquiera de nosotros hablando de Jesús y de su vida, pero no, con estas palabras empieza la película “Big Fish” un film de 2003 de Tim Burton.
Con la búsqueda del Jesús histórico nos puede pasar como al protagonista de Big Fish: que nos desconectemos del misterio de la vida y consideremos falso todo lo que no sea históricamente demostrable o abarcable con la razón. En esta película, Burton, representa magistralmente la verdad que hay más hallá de las historias “reales”, ya que la realidad objetiva no es capaz de representar toda la verdad de la vida.
Perfectamente podemos aplicarlo a la verdad que esconde la escritura, que no se encuentra en su precisión histórica, sino en el misterio traducido en palabras y narraciones. Hablando de Jesús…
es imposible distinguir los hechos de la ficción, el hombre y el mito […] Lo mejor que puedo hacer es contarla tal y como él me la contó a mi. A veces no tiene sentido y en gran parte nunca pasó […] pero nuestra historia es así
Es un abuso alegar el misterio, como sucede no pocas veces, como pretexto para negar la comprensión. Cuando la teología dice tales disparates y cuando quiere no sólo justificarse, sino canonizarse aludiendo al misterio, no se entiende lo que es la verdadera idea del misterio; el misterio no quiere destruir la comprensión, sino posibilitar la fe como comprensión. Con otras palabras decimos que […] La forma con la que el hombre entra en contacto con la verdad del ser no es la forma del saber, sino la del comprender.