Benditas todas las ciencias mi Señor

Bendita medicina… que nos alivia del dolor…

Bendita… la arquitectura, que también le pone la casa a nuestro corazón.

Bendita la física… y la química, pues la Naturaleza y con ellas, se nos muestra con aun más rigor

Benditas la sociología, la psicología… y la antropología, en todas ellas, el Hombre y la Mujer encuentran su razón, su por qué, el sí de su ser… la ilusión del vivir, del compartir, del reír y del llorar… del sentir y el convivir.

Y es que… ¡Benditas todas las ciencias mi Señor! Pues en ellas, nosotros… y contigo, alcanzamos tú/nuestro esplendor.

Al este del edén. John Steinbeck

¿Por qué no le habla así a mi hermano? –preguntó Adam- Él es mucho más capaz que yo.
(…)
Me has hecho una pregunta. Creo que no te la he respondido. Tal vez sea bueno o tal vez sea malo responderla. No eres muy listo. No sabes lo que quieres. No tienes orgullo ni fiereza. Permites que los demás te pisoteen. A veces pienso que eres un mequetrefe canijo que jamás llegará a ser un perro de presa. ¿Responde eso a tu pregunta? Te quiero más a ti. Siempre te he querido más. Quizá no hago bien en decírtelo, pero es así. Te quiero más.

Al este del edén de John Steinbeck

Señor, sé que eres mi padre

¡Cuántas veces olvidamos que Dios que es nuestro Padre, nuestro papaito, como Jesús lo llamaba! Comparto con vosotros una pequeña oración que nos regaló un profesor de la facultad.

Señor, sé que eres mi Padre y esto me basta.
Sé que me amas y esto me alegra.
Sé que lo puedes todo, y esto me llena de seguridad.
Sé que lo sabes todo y te confío mi vida.
No soy digno de amarte, pero tú me amas hasta después de haber pecado.
Yo me olvido de Ti, pero Tú no me olvidas jamás.
Yo te contradigo muchas veces y Tú me amas a pesar de ello.
Cuando me creo solo, Tú piensas en mí, Señor.
Cuando me oprime el desaliento, tu amor me conforta.
Cada minuto de mi vida es un minuto de tu amor.
Mi pasado me agobia, pero Tú me perdonas.
El porvenir me inquieta, pero Tú velas por mí.
No tengo más que el presente para amarte,
y Tú sólo me pides que me deje amar por Ti.
Con este minuto presente puedo reparar todo el pasado.
Este minuto presente encierra para mí todo el porvenir.
Señor, estás en mí para que yo viva y ame por Ti.
Señor, esto me basta.

Anónimo