“Amo la escuela –prosiguió– porque es sinónimo de apertura a la realidad. Al menos así debería de ser. (…) Ir a la escuela significa abrir la mente, el corazón a la realidad, en la riqueza de todos sus aspectos y dimensiones. ¡Y no tenemos derecho a tener miedo de la realidad! (…) Si uno ha aprendido a aprender (este es el secreto, ¡aprender a aprender!), esto permanece para siempre, se es una persona abierta a la realidad”.
Francisco
Escuela rural nº104 «Ojo de Agua», Palma Sola Jujuy Argentina