Apotegmas. La subdivisión del trabajo

“Hijo mío, trabaja cada día solo tanto suelo como el que ocupa tu cuerpo al descansar; de este modo tu trabajo progresará poco a poco y no te desanimarás”. Cuando el joven escuchó este consejo, lo siguió, y en poco tiempo el campo estuvo limpio y pudo cultivarlo. “Hermano, haz tú lo mismo, trabaja poco a poco y no te desalentarás”.

Apo 1151
“El camino a través del desierto. 40 dichos de los padres del desierto” Anselm Grün

Muchas veces se acumula el trabajo, un montón de pequeñas cosas que tenemos que hacer y que nos bloquean. ¿Por dónde empezar? ¿qué hacer? Y al final no hacemos nada…

Que mal está el mundo… es que la juventud… es que los políticos… es que la Iglesia… es que las familias… es que la crisis… hay demasiadas cosas que arreglar, no se puede hacer nada…

Lo mismo: tengo que tomar conciencia de la realidad y trabajarla en dosis asequibles que me permitan avanzar. Cada semana, o cada día escribir una pequeña lista de cosas que he de sacar adelante y que pueda cumplir contando además con el descanso necesario.

426 euros

Hace unos días escuché esta llamada telefónica de un oyente de las Palmas de Gran Canarias al programa de Luis del Olmo en Punto Radio. Una reacción a la supresión de la ayuda de 426 € que daba el gobierno a los desempleados. Me encogió el corazón.

Casi todos en España tenemos ya un familiar, un amigo, un conocido que sufre una situación similar. Llega la Navidad y no hay mejor forma de felicitarla que solidarizándonos con quienes están pasándolo peor. Ojalá que a nuestras mesas de fiesta convoquemos a quienes están solos, sin recursos, y sin esperanza. Con ellos cerca nos será más fácil comprender porque Dios nace en Belén y no en un palacio de Roma.