El Plan de Dios

Está muy extendida la creencia de que el plan de Dios es una especie de rígida idea que Él tiene de cómo debe ser nuestra vida, y de que nuestra felicidad depende de nuestra correcta adecuación a ese plan. Pero creer esto de Dios es no querer reconocer que la libertad es el más grande regalo con el que nos ha dotado junto con el poder de ser co-creadores con Él. Nuestra vida, nuestra historia, la llegada de su Reino está en gran medida en nuestras manos. Obedecer a Dios no es asentir a un Plan preestablecido desde antiguo, es ejercer nuestra libertad de la forma más plena que se puede, eligiendo siempre la mejor de las opciones, y ésta se descubre teniendo al Señor Jesús por meta e inspiración de todos nuestros deseos y acciones.