Reconciliación

Descubrir el Nuevo Testamento supuso para ella un punto de inflexión. “Yo vivía sufriendo. Odiaba mi vida, odiaba a la gente normal, odiaba a quienes me habían hecho daño, las cicatrices… Leer la palabra de Jesús me cambió. No soy una persona religiosa, pero tengo una relación muy íntima con Dios. Rezo mucho. Cuando me duelen las heridas, rezo. Y cuanto más lo hago, más paz encuentro. Me ha ayudado a amar y perdonar”. No se cansa de repetirlo. “Mi misión es ayudar a otros en mi situación a perdonar, a ser más fuertes por fuera y por dentro”.

 

KIm Phuc, la niña vietnamita abrasada con napalm, cuya foto dio la vuelta al mundo, enseña a otras víctimas de la guerra a «perdonar»

Perdón en la Tierra Vasca IV

Escribe Txelis. que en su día fue miembro de ETA,

Mi exposición, dada mi biografía pública, se va a centrar en analizar el perdón desde la perspectiva del perdón pedido, es decir, del perdón solicitado por quien ha sido responsable, en una u otra medida, del sufrimiento injusto de otra persona, y en particular por quien ha atentado gravemente contra la vida o la integridad de otro u otros seres humanos. Trataré de mostrar que la petición de perdón, para ser auténtica y reparadora, debe hacerse ante todo y sobre todo desde el sufrimiento de las víctimas, a saber, desde la conciencia siempre creciente del dolor irreparable generado en la(s) víctima(s) y en sus familiares y allegados.

(…)

Habiendo sido durante años militante de ETA soy plenamente consciente de la responsabilidad moral que ello conlleva para con las numerosas víctimas que ha generado ETA a lo largo de su historia y en particular durante los años en que fui militante.

Dios es testigo que estoy profunda y sinceramente arrepentido de ello. Trato en la medida de lo humanamente posible compartir de algún modo el dolor generado por las graves secuelas físicas y psicológicas que han de soportar muchas víctimas y sus familiares, así como el sufrimiento perenne que arrastran cientos de familias por la trágica pérdida de su esposo/a, hijo/a, padre, madre, hermano/a, familiar, allegado o amigo/a y tengo siempre presente que es un mal irreparable.

En la medida en que siendo en su día miembro de ETA contribuí de un modo u otro a la perpetuación de dicha violencia, pido públicamente perdón de todo corazón y con toda la hondura de reflexión autocrítica que he tratado de reflejar en estas líneas

En Donostia, a 24 de junio de 2012″

Educación y perdón en la Tierra Vasca

Esta noticia hoy, en El País,  recoge el testimonio de alumnos que han escuchado testimonios de víctimas de ETA:

“Nunca ninguno de nosotros había estado tan cerca de una persona que hubiera vivido en su propia carne la violencia de ETA. Queremos que sepas que te admiramos por tu gran valentía. Nos enseñaste que nada puede justificar usar la violencia”. “Gracias por venir. Aprendimos que con el ‘ojo por ojo’ todo el mundo se queda ciego”. “Gracias a vosotros pudimos ver la realidad de la vida, que no sirve de nada devolverle a alguien el mal que te ha hecho a ti; solo que te convertirías en esa persona. Demostrasteis el valor que tuvisteis al tirar para adelante, confiando en que la justicia hiciese su trabajo. De repente echamos la vista atrás y pudimos arrepentirnos de pasadas ocasiones en las que no supimos controlarnos. Queremos daros las gracias por abrirnos los ojos”.

Una vez más la educación se convierte en un vehículo de humanización. Sobretodo cuando rehuye la ideologización.

La eduación que abre los ojos y enseña a ver. Lo que en tantas ocasiones se quiere ocultar, o manipular.

 

Perdón en la Tierra Vasca

El perdón no es una obligación, no es el olvido, no es una expresión de superioridad moral ni es una renuncia al derecho. El perdón es un acto liberador. Perdonar es ir más allá de la justicia. Esforzarnos en plantear el perdón, en proponerlo y hablar de él es invitar a ser cada vez más persona. La reconciliación me parece bastante increíble. Yo opino que siempre hay que tender una mano e intentar ayudar. Pero, ¿cómo hacer comprender lo fundamental a personas que odian? Por ejemplo, que el derecho a la vida es el primer punto a tener en cuenta dentro del respeto a los Derechos Humanos.

CARMEN HERNÁNDEZ, viuda de Jesús Mª Pedrosa, concejal del PP en Durango, asesinado por ETA el 4 de junio de 2000

Paz y perdón en nuestra tierra vasca

Escribe una amiga sobre la paz y el perdón a los enemigos, comentando el versículo del Sermón del Monte,

Mt 5, 43-48 Amad a vuestros enemigos…

en el contexto del País Vasco:

Me ha emocionado hoy esta rumia. La frase final: «Llegue tu palabra a mi corazón y anide en mi voluntad, incubada por tu Gracia, que nunca me abandona. Porque sin Ti, ¿de qué seré capaz» hace preguntarme: Y Contigo ¿de qué no seré capaz?

Precisamente tuve ayer una profunda conversación en relación al perdón y a la reconciliación en nuestra tierra vasca, y yo defendía esta postura de que desde Él lo que tenía que llegar era el perdón, y me discutían que eso es muy difícil. Hoy llega tu rumia…

Una amiga a la que mataron a su padre, con la que hago la oración a diario, me decía ayer que rezaba por el asesino, pero que en el fondo no perdonaba…. Y hoy, después de orar con la rumia, le he preguntado:: Si tuvieras delante de ti al que mató a tu padre, pidiéndote perdón con humildad y viendo en su cara y sus ojos la sinceridad y el arrepentimiento por lo que hizo y por el dolor causado ¿lo perdonarías? Y me ha contestado que sí. Y le creo. Este es el milagro de nuestra fe y de nuestra espiritualidad.

P.S.- En estas tristes historias de nuestro tiempo, lo que hace falta es menos intromisión política, menos prensa y más encuentros personales, desde el corazón, y sin publicidad. Es mi sentir, del que cualquiera,  lógicamente,  puede disentir.