Tu corazón, ese fruto perplejo, no tiene que agriarse con tu sino solitario;/ déjalo esperar sin esperanza/ que el amor es un regalo que algún día llegará por si solo.
Darío Jaramillo
Tu corazón, ese fruto perplejo, no tiene que agriarse con tu sino solitario;/ déjalo esperar sin esperanza/ que el amor es un regalo que algún día llegará por si solo.
Darío Jaramillo