Y sin embargo la vida de Cristo -tan enteramente pueden ser Dolor y Belleza una sola cosa en su significado y manifestación- es realmente un idilio, aunque acabe con el velo del templo desgarrado, y las tinieblas cubriendo la faz de la tierra, y la piedra rodada a la puerta del sepulcro.
Dime al oído las palabras que sanan la congoja del alma y las penas que afligen, as palabras que curan el desamor y mitigan la soledad; las palabras que rozan como dedos que acarician, las que secan las lágrimas y confortan en la enfermedad terminal o esas mismas que cierran los ojos de los agonizante, hazte en mi y que sea yo en ti.
Dame tú ahora las palabras exactas que iluminen a quien yace en tinieblas y deambula por calles y lugares, ignorado de todos, vapuleado por la vida, ninguneado e ignorado por sus semejantes
Pon en mi lengua las palabras precisas para dar consuelo y externder la caricia, para aliviar la herida que sangra y la pena que lacera el corazón abandonado.
Si nos han de juzgar por algo que sea por el amor del que fuimos capaces
José Antonio Saéz
NDIVIDUALIDAD:
Huyo de sitios a donde todo el mundo va. Hay tantos bosques en mí sin transitar, tantos zarzales y fuentes, tantas ruinas de casas donde fermentó la luz y visité de niño, tantas sombras corriendo por encima de un trigal… Hay tanto vuelo en mí de humo y alondras, que encuentro compañía en el silencio y hallo dulzura cada vez que llego a mí y me detengo en mi soledad sonora. Alejandro López Andrada
Obra de tal modo que uses a la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre al mismo tiempo como fin y nunca simplemente como medio