«Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando de uno a otro confín, y ordenándolo todo con firmeza y suavidad, ven y muéstranos el camino de la salvación»
«Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando de uno a otro confín, y ordenándolo todo con firmeza y suavidad, ven y muéstranos el camino de la salvación»