El Dios del desierto me ha enseñado que lo que instruye es lo que acontece, solo lo que acontece, y que toda la vida, por anodina o gris que pueda resultar, es una infinita secuencia de divinas y dulcísimas mociones, a cada cual más seductora.”
Pablo D’Ors, Olvido de sí, (biografía del beato Charles de Foucauld)
Un comentario en «Dios del desierto. Dulcísimas mociones»
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Hola que tal de nuevo no he podido contestar antes.Me parece muy bonito y profundo.
Es verdad hay que ver siempre la vida con los ojos de la fe a pesar de las dificultades.
Gracias por tu aportación.
Un saludo.