De cine: searching for sugar man

Había llegado al lugar que toda su vida había estado buscando»

Como quien no quiere la cosa, sin darse importancia, humilde, compartiendo, triunfando en el fracaso, asombrado con natrualidad  de lo imprevisible, resucitando en la muerte. Una gran película, que además ganó el oscar al mejor documental. Una gran historia. Una verdad.

Trailer
http://youtu.be/UAYCxT418RA

En el Cuerpo de Cristo

“Si quieres saber qué es el cuerpo de Cristo, escucha lo que dice el apóstol a los fieles: “Vosotros sois el Cuerpo de Cristo y miembros suyos”. Por lo tanto, porque vosotros sois el cuerpo de Cristo y sus miembros, es vuestro el mismo misterio el que está puesto sobre la mesa del Señor, es vuestro misterio lo que recibís. Vosotros respondéis: Amén a la afirmación de aquello que vosotros sois y la respuesta es como vuestra firma”
San Agustín, sermón 272

spiritualis 5

El asombro


El asombro de un enamoramiento, la belleza de un paisaje, la verdad de un encuentro auténtico con alguien que te mira a los ojos y te escucha, el estupor ante la muerte de alguien que amas, la impresión estética de un concierto, la pregunta ante el misterio del dolor, la injusticia o la pobreza, la estrecha relación que existe entre lo esencial y la verdadera alegría que se experimenta en la peregrinación… Ahí se necesita la compañía de alguien que dé hondura a estas vivencias, sin censura, y, a través de ellas, despierte a las grandes preguntas sobre el sentido de la vida. Aquel que es capaz de hacerse esas preguntas y admirarse por ellas, se ha abierto a la búsqueda de Dios. Ha sido tocado por Él. La piedra del corazón empieza a moverse para dar cabida a Dios»

Carolina Blazquez Casado, El peligro de la espiritualidad sin Dios, en Vida Nueva nº 2845

TRADIC~1

Navidad III

La figura de Cristo niño no es para los niños. Es para aquellos que se niegan a abandonar y hacerse viejos; para aquellos a quienes la vida llega de nuevo y con un nuevo propósito cada día; para aquellos que pueden dejar que se esfume el ayer, a fin de que la vida esté siempre llena de nuevas posibilidades; para aquellos que se sienten inquietos por las novedades, cualqueira que sea su edad. La vida es para los que viven, para aquellos para quienes la navidad es una fiesta sin fin, una celebración de la constancia del cambio, una llamada a empezar una vez más el viaje hacia el gozo humano y el sentido sagrado.

Joan Chittister, En busca de la fe